lunes, 1 de julio de 2024

Sambre

En le Nord, junto al río Sambre, que marca la frontera de casa. Repetidas violaciones de jovencitas, todas ellas con el mismo modus operandi. Muchas, ocultadas por las propias víctimas o mal registradas por la inepta policía local.

Ya ha aparecido su sexto episodio, con lo que está pues disponible al completo la miniserie “Sambre” (“El caso del Sambre”, Jean-Xavier de Lestrade, 2023; en Movistar), que, vista capítulo a capítulo, me ha ido dando la impresión de que debe ser una de las miniseries mejor hechas de los últimos años.
No es que a lo largo de sus episodios surjan virguerías cinematográficas recordables, pero es que, siguiendo todos los elementos tópicos (marcar la intriga y ejecución de los múltiples hechos delictivos, recoger los teóricos protocolos de los trabajos policiales, investigaciones y procedimientos habituales judiciales, mostrar cómo la vida habitual de la población continúa) de lo que presenta (es una ficción elaborada a partir del caso real de un violador en serie, que mantuvo en vilo mucho tiempo a la población alrededor de la frontera entre Francia y Bélgica marcada por el río Sambre), pues tampoco se aprecia en ella ninguno de los patinazos y acentuaciones de lo melodramático y las lecciones a considerar que tanto suelen abundar en estas cosas televisivas.
Con loable austeridad, con un nada desdeñable conjunto de actores, cada episodio se centra en uno de los varios personajes que van teniendo protagonismo en relajación con los repetitivos casos, a la vez que van dejando apreciar los intentos fugaces de avanzar en el caso por parte de diferentes jueces de instrucción medio enterrados entre dossieres de casos y, sobre todo, la profunda ineptitud de la policía.

En un pueblo industrial, con fuertes lazos de relación entre la comunidad.


El joven policía que entra a trabajar en la comisaría local y crees que, como sucede en todas estas series, dejando atrás los defectos de la actuación policial habitual, sabrá resolver, a base de voluntad, el eterno caso.

Una de las juezas de instrucción que se empeña en dar un acelerón al caso que le tapona su juzgado, ante el típico panel del caso de la policía.

Olivier Gourmet, un comandante de la policía judicial que recibe la orden de volver a investigar para cerrar dar por cerrado el caso sin problemas de conciencia.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario