Ayer fue la reunión anual de los cineclubs federados, que en esta ocasión tuvo lugar en Figueres. Los actos “oficiales” (los festivos continuaban hoy) finalizaron con un pase de “Un chien andalou” y “L’age d’or” en copias restauradas, muy limpias y luminosas. Resumen de las consecuencias de la visión: que cuando ya creías que no te revelarían nada nuevo, te sorprenden con toda una serie de novedades inesperadas, en las que nunca habías deparado.
Como introducción, Carme Ruiz, de la Fundació Dalí, presentó su trabajo sobre las dos películas, basado principalmente en documentación custodiada en la Fundació. De su ponencia son las fotografías que cuelgo:
1/ Cristina Jutge, del Cineclub Diòptria, de Figueres, presentando la sesión.
2/ Carme Ruiz, de la Fundació Dalí, leyendo detalles de una carta del material de la Fundació que viene al cuento.
3/ Carnet de estudiante, en la Escuela de Bellas Artes De San Fernando, de Salvador Dalí.
4/ El recado sobre su madre que dibujó Dalí y le causó una definitiva tormenta con su familia. Lo que más me sorprendió, y por eso corrí a hacer la fotografía, fue ver que rodeando la frase se distinguía una silueta que, más que de su madre, podría pensarse de Jesucristo, como un extraño antecedente del que veríamos luego que aparecería en plan protagónico al final de “L’age d’or”.
5/ La casa, con posibilidades, de los Noailles en Hyères, lugar de peregrinación de artistas en busca de la sopa boba…
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