domingo, 5 de mayo de 2019

Blast of silence

Buscaba ejemplos de cine y ciudad y no pensaba en “Blast of silence” (Allen Baron, 1961)... porque no la había visto. La ciudad -y nada menos que Nueva York y en navidades- está ahí presente en casi cada plano. Con muy poco diálogo, dirías que es la voz del propio matón hablándose a sí mismo la que conduce de forma fatal la acción de esta escueta, muy precisa película que sigue a ese meticuloso asesino a sueldo, tan pagado de sí mismo, planeando su trabajo.

El asesino a sueldo valora su estado en función de si siente frías o calientes sus manos. Como un auténtico reostato, parece que lo tiene todo controlado, pero dos o tres recuerdos de su infancia le alteran sobremanera, ya no solo la temperatura de sus manos. Parece darse cuenta, de sopetón, de lo que ha hecho con su (no) vida.


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