Sí que hay cosas, muchas cosas, sacadas de Pasolini: su discurso por la tele; los "terrain vague", entre el puerto y las viviendas por las que continuamente circulan el autobús, el camión o los coches que toma prestados el protagonista; el descampado donde los chicos juegan al fútbol; los ragazzi di vita día tras día en el café, o haciendo trapicheos; los bailes a lo "Mamma Roma" o "Accattone"; los saltos desde un más que peligroso trampolín, similares a los de esta última película;...
Pero decididamente eso no hace a Guédiguian un Pasolini. "Dernier été" (1980) fue su primera película, y sus situaciones, personajes, me han resultado difícilmente emparejables y muy rudimentarios...
Para compensar, y poniendo muy altas las expectativas, lo que ha estado la mar de bien en esta sesión del "Pasoliniana" ha sido la presentación de Esteve Riambau, que ha valido por toda la sesión. Gran conocedor de Guédiguian, ha explicado que todo el mundo lo define por lo que se ve repetidamente en sus películas: Marsella, y más concretamente L'Estaque, el proletariado, el acento francés/italiano de la zona de películas como el "Toni" de Renoir,... Pero que lo que realmente marca de arriba a abajo a Guédiguian, su guía, son Pasolini y Brecht.
Y ha repasado luego, después de leer una antigua entrevista en la que sacaba detalles de su forma de trabajar, las cosas evidentemente pasolinianas de su película, como la mención a la muerte de una cultura de un mundo antiguo por el presente, la sacralización de sus personajes (hay una "piedad" evidente), la utilización de música clásica,...
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