No había visto hasta el momento ningún film de un cineasta tan famoso como Alan Berliner, y el pase de ayer en la Filmoteca de "Nobody's Business" (1996) me dio una oportunidad que no dejé pasar, porque, además, la idea de un documental de un cineasta buscando restablecer la biografía de su padre me era en verdad atractiva.
Toda la película (de 60 minutos) es una dinámica conversación del realizador básicamente con su malhumorado padre, pero también con su madre, primos y demás familia. En imagen real o sobre documentos o películas familiares en 8mm, las protestas y amenazas con detener su participación en el film por parte de su padre cubren buena parte del metraje. Sosteniendo continuamente que él no está interesado con la historia de sus ancestros, y que su vida no interesa absolutamente a nadie, porque es la misma que la de miles de otras personas anónimas, el padre de Berliner va ofreciendo, no obstante, una más que potente visión sobre su carácter e, indirectamente, sobre el mundo y humor judío, las olas inmigratorias y demás que sufrió toda esa colectividad durante el siglo XX.
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