Lo que sorprende cuando lees un libro de Rossellini es que buena parte de sus páginas se dedican a hablar del cerebro humano, de cuestiones científicas, y nunca acabas de saber si estás leyendo las declaraciones de un charlatán o de alguien con espíritu científico y divulgador con buena base, pero de una u otra forma, se trata de cosas que llegan bien hondo.
En “Le Cinéma Révélé” se incluye una mesa redonda con estudiantes de Pio Baldelli en que se habla de cerebros, droga y consciencia de una forma que yo no había leído por otros lados. Rossellini dice ahí lo siguiente:
“Tenemos dos cerebros. Uno muy antiguo, el encéfalo, el cerebro animal, que preside todas nuestras funciones psicológicas y el instinto. A continuación este cerebro va peinado, ha sido recubierto, hace sesenta, setenta mil años, por un nuevo cerebro, la materia gris, que preside nuestro entendimiento. Los miedos nacen en el entendimiento, las responsabilidades… Siempre vivimos entre este cerebro animal, que siendo irresponsable es un refugio más bien seguro, y este otro cerebro que… Esto explica por qué se celebra la gloria de Noé, que inventó el vino: porque es un medio para refugiarse en el cerebro animal. Es lo mismo con la droga. Se trata de escapar de la consciencia para refugiarse cerca de nuestras raíces animales, cerca del instinto. Pero de hecho estamos siempre en medio y estamos obligados a actuar entre estos dos polos. Si no tenemos en cuenta esto, damos una imagen del hombre completamente falsa e idealizada.”
(El dibujo en sección del cráneo humano lo he sacado de clinicadam.com, y la foto de Roberto Rossellini en un rodaje de intermediodvd.wordpress.com)
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