martes, 5 de enero de 2016

J'aurais aimé aimer Lola à Nantes


Es otra de esas anécdotas divertidas de André S. Labarthe, nunca se sabe si certeras o terriblemente exageradas para ofrecer un buen relato en la entrevista.
Aunque puede haber un error de asignación, porque la información visual sobre este film es más que escasa, la chica de las fotos (de ser una sola) sería la nantesa de la que cayó locamente enamorado Bernard Bouthier (que sería quien la acompaña en una de las fotos, porque él aparecía también como actor) cuando fue a la ciudad de Nantes a rodar un episodio de “Cinéastes de nôtre temps” que debía dar cuenta de la personalidad de Jacques Demy. Dejemos que sea Labarthe quien lo explique:
“Bernard Bouthier era un jovencísimo realizador de TV cuando nos contactó para hacernos partícipes de sus ganas de rodar en Nantes una emisión sobre jacques Demy. Su primer film, muy fresco, nos había gustado mucho a Janine (Bazin) y a mí mismo (ambos creadores y productores de la serie). Aceptamos, pues, sin pensar en absoluto en el giro que tomaría el proyecto. Desde el momento de su llegada a la ciudad, Bouthier cayó locamente enamorado de una chica que se convirtió en su personaje pricipal e incluso en el corazón del film. Al final, la emisión consagrada a Demy muestra una calle, una chica, pero nada evoca directamente al cineasta, ni siquiera el famoso pasaje Pommeraye, ni el título, ‘J’aurais aimé aimer Lola a Nantes” –un título muy justo, por otra parte, ¡exactamente lo que hizo Bouthier!’- Su pasión amorosa había pasado a ser lo principal, hasta el punto de que cuando acabó el rodaje se divorció. Me gusta mucho este film, quizás uno de los más bellos de la serie, desde mi punto de vista. ¡Pero Demy estaba furioso!”


lunes, 4 de enero de 2016

Le dinosaure et le bébé

Seguro que muchos quedaron admirados por la solidez del diálogo entre Fritz Lang y Jean-Luc Godard de uno de los capítulos de "Cineastes de norte temps", la serie de Janine Bazin y André S. Labarthe. Yo mismo colgué por aquí, con palabras laudatorias, ese "Le dinosaure et le bébé: Dialogue en huit parties entre Fritz Lang et Jean-Luc Godard" (1967). Ahora, en su libro "La saga. Cinéastes, de notre temps. Une histoire du cinéma en 100 films", Labarthe nos lanza una burla cruel, explicándonos cómo consiguió darle ese aire profundo a una entrevista baladí. Traduzco:
"(...) Lo monté yo mismo. Utilicé dos pantallas, en las que se proyectaban los registros de las dos cámaras y la banda de sonido. El montaje consistía en escoger en qué momento pasar de un plano sobre Lang a un plano sobre Godard. Me di cuenta que entre el momento en que uno hablaba y el otro respondía, había uno o dos segundos de silencio. Se imponía entonces una decisión: ¿De qué lado mantener ese tiempo de silencio? (...) Me dije entonces: Puesto que he rodado con dos cámaras, tengo dos imágenes. ¿Por qué no tener el silencio en los dos lados? Sólo hacía falta una segunda banda de sonido para doblar los silencios. Eso hice. Fritz Lang para de hablar, mantengo el silencio, paso a Godard y retomó el silencio antes de que responda. La conversación que había filmado entre Lang y Godard era bastante banal, llena de tópicos. Me di cuenta de que el hecho de doblar los silencios daba profundidad a las declaraciones intercambiadas. He pues fabricado una profundidad que era inexistente en la conversación. El silencio da la impresión de que ellos reflexionan, que no hablan azarosamente. No sé si la gente que califica el film de 'mítico' se da cuenta realmente de que se trata. ¡La película sólo se sostiene por el mito de Lang y Godard!"
Puede que Labarthe sólo actúe conscientemente como un burlón iconoclasta y desmitificador, porque he repasado de forma rápida el film, y no he dado con ninguna de esas pausas pero, en cualquier caso, no está mal evitar dejarse llevar, por si acaso...
El enlace al film, por si alguien quiere investigarlo pacientemente, y sacar sus propias deducciones, ya con el aviso:

viernes, 1 de enero de 2016

La Academia de las musas


Empezó de crío viendo mucho cine, de todo tipo. Al poco tiempo, con una pequeña cámara de Súper 8 mm, hacía sus propias películas, a las que les asociaba un cartel y un título con un cierto tono poético, surreal, fantástico. Ya por la mayoría de edad, rodó algún cortometraje profesional, en 16 y ahora no recuerdo si hasta 35 mm, que se llegó a estrenar. Mientras, seguía rodándolo todo con su cámara de S8. Estoy convencido de que su entero historial sentimental se puede vislumbrar en esos metros y metros de película acumulados, que en algún momento se trastocaron en cintas de vídeo y más recientemente en ficheros.
Por el medio ha rodado y estrenado una serie de películas muy personales que, junto a una sedimentada visión, de las más lúcidas, sobre una historia del cine y su lenguaje que ha ayudado a afrontar y a apreciar dando clases por aquí y en Latinoamérica, le han situado en un punto destacado del cine europeo que importa.
Pero junto a películas realizadas con actores y un equipo considerables -que esperamos vuelva a abordar pronto, porque es un campo que no nos podemos permitir que deje de lado- nunca ha abandonado en sus desplazamientos su pequeña cámara con la que ha seguido rodando, de la misma forma que un pintor lleva consigo un lápiz y un cuaderno y va haciendo esbozos de todo aquello que le toca a fondo, y que podría derivar en otro cuadro. En cierta forma "En la ciudad de Silvia", pero también "Guest", o "Recuerdos de una mañana" tienen su origen en esta práctica.

Hoy, 1 de enero de 2016, se estrena por varios puntos de España (en Barcelona lo hace en los cines Balmes, Boliche y Verdi) otra película suya que, surgiendo de ese mismo procedimiento de origen, podría por su tema y desarrollo corresponder al otro tipo, el que marcaron sus tres primeros largometrajes, o incluso a un cine de ficción de los que seguimos buscando por los cines que van quedando.
"La academia de las musas" (José Luis Guerin, 2015) arranca, salvo alguna escena colateral ambiental, con la grabación de las clases de Raffaele Pinto, profesor de Literatura Italiana de la Universidad de Barcelona. Eso habría sido, a su manera, suficiente, porque quien haya oído en alguna ocasión a Pinto sabe del poder de sugestión de sus palabras. En una sesión organizada por el Projecte Pasolini Barcelona, por ejemplo, en la que se le pidió que hablase de la poesía de Pier Paolo Pasolini, fue peinando poco a poco, reiteradamente, uno de sus poemas, introduciendo información que podía ayudar para situarlo y analizarlo con más elementos, hasta que, de repente, tras la acumulación de todos esos pases de peine, lo descubrimos de arriba abajo, entendiéndolo de una forma que no habríamos podido hacerlo nosotros solos.

Pero no es esa la intención ni mucho menos el tema de la película que, como iremos viendo, se fija precisamente en la fascinación que las explicaciones del profesor van teniendo en sus alumnas, va contemplando desde una cierta distancia los enredos ocasionados, descubre otros puntos de vista que hacen bajar de las alturas a las que se habían encaramado las proclamas y teorías tan sugerentes de Pinto y, de paso, junto a irónicas batidas cercanas al vodevil, que vuelven divertida por momentos la película, recorre también una particular búsqueda de la arcadia, perdida en el mundo de los pastores de Cerdeña, o se asoma a la boca del infierno de Dante.
Yo me regalaría el arranque del año con la visión de la película, por si acaso. Y a ver si en 2016 films como éste se constituyen en esa parte de oferta inteligente que siempre debería ofrecer la cartelera, y perduran en ella.

jueves, 31 de diciembre de 2015

El Bresson de "Cinéastes de notre temps"




El pie de foto es preciso: Bresson filmado por Weyergans, Weyergans dirigido por Bresson. Cuenta Andrée S. Labarthe en su libro “La saga. Cinéastes, de notre temps”, que está resultando una mina, que el capítulo sobre el escritor de las “Notas sobre el cinematógrafo” fue dirigido en buena parte por él mismo, quien además acabó quedándose con la mujer de quien realmente figura como su realizador. Traduzco a lo bestia:

“Rodamos algunos planos por París, en jardines, de los que hablaba mucho. Prefería los jardines salvajes, a la inglesa. Cuando Weyergans le anunció que iba a realizar algunos planos de introducción para el film, Bresson le respondió: ‘¡Sí, pero no introduzcas demasiado!’ (…)”

“(…) Fuimos al campo, donde vivía Bresson, para seguir el rodaje. Ahí, Weyergans le planteaba él mismo las preguntas a Bresson, quien respondía de forma lapidaria, como en sus ‘Notes sur le cinématographe’. Al final, Bresson se giró hacia Weyergans y le dijo: ‘Ahora vamos a hacer los planos sobre ti, para filmar las preguntas. Pon la cámara aquí’. ¡Weyergans dirigido por Bresson! ‘Va, haz tu pregunta, baja la cabeza, no, vuelve a subirla, no reflexiones y venga, haz tu pregunta sin reflexionar. No, reflexionas demasiado. No, piensas demasiado en lo que vas a decir’ (…).

“(…) Pobre Weyergans, por otra parte. Vino con su mujer, Mylène, que era su ayudante durante el rodaje y… ¡que se quedó con Bresson luego! Hoy es su viuda.”

miércoles, 30 de diciembre de 2015

Buñuel en Cinéastes de notre temps

Janine Bazin y André S. Labarthe tenían una cierta idea del retrato que querían hacer de Buñuel, pero éste se lo chafaba con sus respuestas cortantes:
- ¿Cómo se define Ud?
- ¡Yo no me defino!

Le preguntan sobre su influencia de Goya:
- ¡Yo no tengo nada que ver con Goya!
Delante de Toledo, a donde iba con sus amigos de la Residencia de Estudiantes, y donde rodaría más tarde “Tristana”:
- ¿Le gusta Toledo?
- No. Lo detesto. Sus calles son sucias

No he visto más que unos pocos de sus documentales de la serie “Cinéastes, de notre temps” (y mira si no sería una serie de culto a ofrecer desde un Filmin o un buen canal tematico…), pero sólo empezar con las declaraciones de Andrée S. Labarthe sobre el primero de ellos (“Luis Buñuel: Un cinéaste de notre temps”, 1964) sé que me lo voy a pasar fenomenal leyendo su libro “La saga. Cinéastes, de notre temps. Une histoire du cinéma en 100 films”, que compré este año, pero estaba en lista de espera.

martes, 29 de diciembre de 2015

Fidelio y O futebol

Hay estos días por la cartelera de Barcelona dos películas que pueden pasar desapercibidas y que, por muy distintas razones, las considero recomendables. Hay que mirar bien porque las pasan sólo a determinadas horas en muy pocos cines.

Una es "La odisea de Alice" ("Fidelio", Lucie Borleteau, 2014). Entra a formar parte de las extrañas películas (extrañas por poco numerosas) ambientadas en un entorno singular. En este caso se trata de un navío mercante. Sólo por poder curiosear un poco cómo se desarrolla el trabajo de los oficiales y jefes de máquinas de un trasto así y cómo deben ser las relaciones que se dan entre sí y con el resto de la tripulación ya sería un motivo suficiente, pero si además la película está protagonizada por la atractiva Ariane Labed, no hay que buscar mucho más. Además está hecha con muy buen pulso, y dan ganas de seguir la trayectoria de la realizadora.

La segunda sólo se puede recomendar con suma prudencia, advirtiendo del tipo de película que es. Se trata de "O futebol" (Sergio Oksman, 2015), y sirve para hacerse la pregunta de si es simplemente plantando la cámara y recogiendo anodinas y aparentemente insustanciales conversaciones (en este caso con un mundial de fútbol de fondo) que se puede obtener un film que puede resultar hasta profundo, porque pasan esas cosas de las que no se escapa nadie. De hecho, cosas mucho más cercanas que las en el fondo fantasiosas, aunque vengan con el tamiz de lo corriente, de las de la tripulación del "Fidelio" en la otra película.

lunes, 28 de diciembre de 2015

París/Berlín. Destinos cruzados

Cualquier urbanista tiene dentro de sí un aniquilador, y conviene no sucumbir demasiado ante su poder de sugestión, so pena de presenciar la destrucción total para llegar a la consecución de su desmedida idea. Un cierto sobrecogimiento me ha sacudido viendo el quinto y último capítulo de "París/Berlín. Destinos cruzados" y entender lo que quería hacer Albert Speer para transformar Berlín en Germania. De hecho, el documental -dedicado en este su último número de forma casi íntegra a la arquitectura- explica cómo la aniquilación de las viviendas del que iba a ser el principal eje de la ciudad fueron las que iniciaron las deportaciones de judíos.
Es un caso extremo, pero toda la historia del urbanismo está repleta de tajos sangrientos en el tejido urbano previo. Haussmann, para hacer el París moderno, se cargó cantidad de barrios históricos que tachaba de insalubres. Cerdá mismo, aunque tuvo la suerte de colocar su Ensanche sobre terrenos libres de edificaciones por cuestiones militares, también diseñó una serie de bulevares que debían cruzar el casco antiguo de Barcelona y que tomaron forma parcialmente en la postguerra. En el magnífico manual "Diez lecciones sobre Barcelona" se puede uno llegar a imaginar la satisfacción extrema de su autor, Manuel de Solà Morales, mientras escribía admirado sobre el primer trazo recto planificador de la ciudad, la calle Fernando, arrasando con su espíritu modernizador todo lo preexistente.
Por lo demás, la serie de Fréderic Wilner, que ofrece la página ARTE en español hasta el 5 de enero, una vez vista en su totalidad, confirma su enorme interés. Está llena de juegos de espejos como el cerrado en este último capítulo sobre el segundo: Hitler postrándose en Les Invalides ante la tumba de Napoleón, respondiendo siglos después al gesto del mismo Napoleón ante la tumba de Federico El Grande.
Pongo aquí el enlace de este quinto y último capítulo, que dura 54 minutos, pero conviene ver los cinco por su orden. Toda una lección de historia, que desvela muchas cosas.
En la foto, la Strausberger Platz y la Karl-Marx-Allee. En el capítulo se habla también del pulso urbanizador entre el Berlín Este y Oeste. La Karl-Marx-Allee era, según una historiadora de la arquitectura que aparece, música clásica. El barrio de Hansa, swing.

domingo, 27 de diciembre de 2015

Antoni Padrós, pertorbador de consciències

Durante este 2015 que ahora se acaba se pudo ver en Terrassa la exposición "Antoni Padrós, pertorbador de consciències", que contó con el turinés -residente en Barcelona, organizador de la retrospectiva del Festival de Lucca- Valerio Carando como comisario. Era una muy interesante retrospectiva no sólo sobre su actividad como cineasta underground, sino también como pintor pop-art, y hablaba además -lo que la convertía en un pequeño retrato de toda su época- de sus aficiones yactividades. No por casualidad empezaba con sus colecciones infantiles de cromos y programas de cine ilustrados y con fotografías de los magníficos cines de su ciudad, hoy ya inexistentes, continuando con fotografías de sus viajes juveniles por las grandes capitales europeas.
Ahora, también gracias al Ayuntamiento de Terrassa, resurge de nuevo la exposición, pero en plan portátil. Un libro de 176 páginas muy bien ilustrado, editado por el mismo Carando, que escribe un texto conciso, pero muy pertinente, sobre el personaje. Aunque ya haya pasado la exposición, tiene interés por sí solo, y además servirá como catálogo para un bolo que la exposición hará en 2017, nada menos que en la Filmoteca de Catalunya, que le custodia todos sus films y editó en 2012 un imprescindible pack de DVD con toda su filmografía.
Todo buenas noticias, vaya.

sábado, 26 de diciembre de 2015

Così ridevano


El título ("Cosí ridevano", "Así reían", Gianni Amelio. León de Oro en Venecia 1998) podría llevar a engaño. No obstante, una amiga que fue a su sesión anterior en la Filmoteca ya avisó de la tristeza que te invadía viéndola.

En saltos anuales de escenas de 1958 a 1964 seguimos a un par de hermanos sicilianos en busca de fortuna en Turín. El mayor, protector hasta lo inverosímil del menor, a quien quiere convertir en maestro, una tarea para la que éste no parece dispuesto.

Si se hace triste la sesión quizás sea porque Amelio, con buen criterio, a mi entender, en una época que no estaba para estas historias, nos recuerda quiénes somos y de dónde venimos, y entonces se mezclan en la pantalla y en el patio de butacas sensaciones agridulces sobre la familia, la inmigración, la ignorancia que impregnaba al proletariado venido del campo, los pisos pateras de antes de recibir este nombre, los arribistas y sobornables, toda una época construida a base de errores.

El apaleado protagonista nos duele porque nos cae muy cerca, gracias a su ceguera y sus renuncias para intentar conseguir algo, sin darse cuenta que con ello se evaporaban todas sus reales posibilidades. En un momento del film, atareado con sus cosas, pasa cerca de él, dos calles más allá, una manifestación en la que casi todos enarbolan banderas rojas. Él la ignora, y sigue fijo a lo suyo.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

París - Berlin. Destinos cruzados


Cuando veo algo interesante por Facebook, o sé de algún enlace que se promete interesante, le asigno un marcador, para acometerlo en esa entelequia que es "ese momento" que se tendrá en cualquier ocasión cercana.
Por una chiripa hoy ha aparecido esa ocasión, y he podido ver un documental que me ha permitido enterarme de cantidad de cosas de esas que debería tener claras, pero que ignoraba por completo. Se trata de "París - Berlín. Destinos cruzados" (Frédéric Wilner, 2015), que da a entender las razones de la actual fisonomía de las dos ciudades, en base a su evolución comparada desde la época de Napoleón hasta la llegada de la Comuna de París.
La porra de ese sistema de marcadores es que no queda registro de la fuente de la que he sacado la información y, en ocasiones como ésta, me gustaría dar las gracias a quien me facilitó el enlace, que tan productivo ha sido...
Veo que está disponible en la web de ARTE en español, pero sólo hasta el 5 de enero. Aconsejo, pues, no dejarlo para más allá de estas entrañables fiestas... Éste es su enlace:

viernes, 18 de diciembre de 2015

Colpire al cuore


Sigue en la Filmoteca el ciclo de Gianni Amelio, y hoy le ha tocado el turno a “Colpire al cuore”. Es bastante anterior (1983), pero ya sales obsesionado por su clima, como pasó con “I ladro di bambini” (1992) y “Lamerica” (1994), las películas que le hicieron dar el espaldarazo, sus grandes éxitos por aquí.
Uno va viendo a esos ambiguos e inquietantes personajes, Jean-Louis Trintignant de profesor en la Universidad y, sobre todo, a su hijo adolescente paseando sigiloso, en busca de no se sabe muy bien qué, y se va adentrando en una atmósfera que deriva y te adentra –no podía ser de otra forma viendo el año de producción de la película- en los temibles años de plomo italianos.
También, claro, te recuerda a un cine que, bien que en este caso no estrenado en nuestro país (fue una producción para la entonces admirable RAI), hablaba de los temas candentes, y daba para reflexiones varias.

jueves, 17 de diciembre de 2015

Rovira-Beleta. Crónica pendent


Por el año 2000, ha explicado Esteve Riambau, Rovira-Beleta cedió todo su material cinematográfico a la Filmoteca. Un largo proceso de clasificación siguió a eso, montándose luego la exposición que puede verse ahora en la sede del Raval, y que tiene, a mi entender, un gran interés, por cómo documenta toda una época de nuestro cine y a la misma ciudad en la que se rodaron sus películas.
Hoy se presentaba en la misma Filmoteca un elemento más, "Rovira Beleta, crónica pendent", de Lara Mateo Rovira-Beleta, que tiene como uno de sus elementos, precisamente, la preparación e inauguración de esa exposición. Como me caen bien esos proyectos de cineastas que se ponen a investigar sobre un familiar suyo, he acudido a ver cómo la nieta del cineasta ha atacado el tema (contando con ayudas de producción diversas: se estrenará en TV3 en enero).

Tiene el punto positivo de entrevistar a críticos y colaboradores que conocen muy bien el trabajo del cineasta y bastante más de lo que se trasluce en el documental su carácter, pero sobre todo tiene la feliz aportación de las mejores secuencias del cine de Francesc Rovira-Beleta: las que juegan con una escalera de patio interior, unas Ramblas regadas o un zapateado de Carmen Amaya. Intenta jugar en su estructura con la discutible visualización de lugares actuales, filmados y virados en blanco y negro, sobre los diálogos y apuntes de un guión nunca realizado por Rovira-Beleta y me ha parecido que no alcanzaba por ahí, ni en otras cosas que ha introducido, la tensión que aportan por sí mismas las escenas mencionadas.

Cine y psicoanálisis


Quería haber ojeado el único libro que tengo sobre el tema ese del “cine a la luz del psicoanálisis” (una edición de los años setenta nada menos que argentina, para adentrarse aún más en el tópico), pero no tuve tiempo. No iba a saltarme, disponiendo de tiempo, de un acto que hacen dedicado al cine, y acudí entonces, aún sin preparación y con un poco de miedo de verme envuelto en una atmósfera de lenguajes y lectores contumaces de textos psicoanalíticos. Era la charla de “La Casa de la Paraula” para presentar el ciclo “Fantasmagories del desig. Cinema / Psicoanàlisi”, que se desarrollará en enero en la Filmoteca.
Por suerte el lenguaje áspero e indescifrable que cundió en los setenta y principios de los ochenta, no hizo su aparición, aunque la bicha fue mencionada por Mercè Coll, y se habló a mi entender mucho más de cine y crítica de cine que de otra cosa.
La retahíla de temas fue significativa: una realidad supuestamente trasmitida por el cine, la “mise en scène” en éste y en la misma crítica de cine, la autoría cinematográfica y su presencia o ausencia en las nuevas series de televisión, las inmersiones de los autores en los blogbusters. Y se habló de gente como José Luis Guarner, Carlos Losilla –a quien le debieron silbar en varias ocasiones los oídos-, Lucrecia Martel y sus atmósferas, y hasta el Resnais de “Nuit et bruillard” y el Franju de “La sang des bêtes”, que constituirán una magnífica pero difícilmente digerible sesión del ciclo.
En la fotografía, Mercè Coll discursea sobre la ventaja que tiene el cine al jugar con imágenes de la realidad ante la atenta mirada de Irene Domínguez y una Violeta Kovacsis pensando cómo podía rebatir esa aseveración con la suficiente “politesse”

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Paulina


Ayer fui por fin a ver "Paulina" (Santiago Mitre, 2015. Sesión en los Melies). Sólo unas líneas para dejar dicho aquí que entro a formar parte de los convencidos por la película. Por lo valiente en hurgar en un tema que no es, como la postura adoptada por la protagonista, de esos que arrastran felices complicidades, pero también por lo seriamente que está tratada desde el punto de vista de su puesta en escena.
Cámara ligeramente inestable para definir inicialmente la relación de Paulina con su padre; un plano diríase que sacado de un western de John Ford sentando la amenaza que -como los comanches en la cima de la loma- se cierne sobre la protagonista; la distancia relativa entre Paulina y la receptora de su relato acentuada cuando toca; la forma de hacer notar un paso del tiempo sin reacción; el corte a plano vertiginoso captando la reacción del padre cuando se entera de una decisión tomada por su hija; una reja entre los dos, primero desde un punto de vista, luego de otro; el travelling final, con ella motor del movimiento.
Habría más, pero ya sólo con estas secuencias es suficiente.

Con el cielo a cuestas



Leído por el principio de "El cielo a cuestas" (Gonzalo Suárez, Random House, 2015). Poder decir en una frase tan corta tanto sobre una de las características de la juventud..: "Todavía tiene esa edad en la que sólo mueren los demás".
En la fotografía Gonzalo Suárez cuando tenía esa edad.


 

martes, 8 de diciembre de 2015

Gil de Biedma

Octavi Martí, en su presentación, ha leído las pocas –pero muy atinadas- entradas de diario que Gil de Biedma dedicó al cine. En una de las que aparecen en ese libro de reciente aparición (Jaime Gil de Biedma. “Diarios 1956-1985”. Edición de Andreu Jaume. Lumen, 2015), explica que ya no va al cine. No era verdad. Recuerdo como si fuera ahora mismo que lo tuvimos en la fila de atrás en la platea del Comedia viendo “La Sabina”, y que oía sus exclamaciones admiradas cada vez que aparecía Ángela Molina. “¡Qué animal cinematográfico!”, soltaba.
A la sesión de esta tarde en la Filmoteca iba a asistir Carme Riera y Andreu Jaume, pero nos hemos quedado sin oír lo que la primera hubiera querido desvelar sobre el poeta y su círculo, y sin oír al segundo hablando de su trabajo para llegar a esta edición de la que todo el mundo habla maravillas. Hemos tenido que conformarnos, pues, con lo que ha explicado la realizadora de las dos películas proyectadas, Inés García-Albi, a la sazón sobrina de Gil de Biedma.
Primero se ha proyectado “Apuntes para una autobiografía” (2015), que es el cortometraje que se pasó en la reciente exposición del Arts Santa Mónica. Se trata de la voz de Jaime Gil (real o simulado por un actor) entrevistado o leyendo sus poemas, sobre un mejunje de imágenes en movimiento de muy diverso origen y valor.
Después “Jaime Gil de Biedma. Retrato de un poeta”, un capítulo de la serie de La 2 de TVE que, sin ser un monumento (tiene, eso sí, una buena idea cinematográfica: Un dibujante va completando a lo largo del metraje, a lápiz, el retrato del biografiado), al entrevistar a bastante gente de su entorno, ofrece, gracias a ellos, algún momento de gran valor. Uno de esos, a mi juicio, es la entrevista a un Caballero Bonald reflexionando con lo que a mí me ha parecido sinceridad sobre el personaje. Otro momento lo he visto ya más preparado, pero no por ello deja de ser de lo más efectista: Oliart explica y medio escenifica, los ojos quizás algo humedecidos, el gesto de Jaime Gil de Biedma despidiéndose de él la que iba a ser última vez.

lunes, 7 de diciembre de 2015

Los tarantos


Postals – 245 / 246
Rovira Beleta. “Més enllà de Los Tarantos”
(Barcelona – Filmoteca de Catalunya)
Dos postales con fotogramas de las películas de Rovira Beleta que pueden cogerse en la exposición de la Filmoteca (entrada gratuita, abierta durante el horario de las proyecciones hasta el final de marzo de 2016).
“Los Tarantos”, “El amor brujo”. Seguramente sí que, como el slogan que diculgó Fraga, Barcelona era diferente.



jueves, 3 de diciembre de 2015

El poder sense límits


La instalación para audiovisuales del Istituto Italiano di Cultura se estrenaba esta tarde. La proyección de los quince minutos de "El poder sense límits", el cortometraje ideado por Luis Carceller, con guión de Josep Torrell y montaje de Oriol Sánchez, elaborado -según palabras de este último- mediante la apropiación de escenas de cinco películas sabiamente confrontadas, ha sido, entonces, técnicamente perfecta. Eso, junto a la música de Luigi Nono reproducida a fuerte volumen, y a las puertas y ventanas de la sala cerradas a cal y canto, ha hecho que los asistentes al último acto del Projecte Pasolini Barcelona para este año no tuvieran escapatoria alguna: Han debido ver y sentir el abusivo sometimiento del cuerpo de Artur London y de los de los jovencitos de la República de Salò a su captura, retención, y tortura por un poder ante el que no cabe ninguna posibilidad de escape.
Sin apenas dar tiempo a los espectadores para recuperarse del palo infringido, Luis Carceller ha explicado cómo se le ocurrió confrontar dos películas tan antitéticas como "Salò" y "La confesión", y desvelado que llegó a conocer y entablar una cierta amistad con Lise Ricol, la viuda de Artur London, ex-viceprimer de Asuntos Exteriores checo y a la sazón protagonista histórico de la película de Costa Gavras, en la que le encarnaba Yves Montand. Lise London, ferviente comunista desde su nacimiento, era hija de aragoneses, como el propio Luis, con el que tuvo un emotivo encuentro en su casa rural familiar.
Ha seguido Luis definiendo el proceso a London y otros dirigentes comunistas caídos en desgracia como una auténtica obra de arte teatral, como las que entusiasmaban a Joseph Stalin. Y recordando cómo Xavier Albertí le confirmó los mimbres teatrales del difícilmente soportable "Salò" de Pasolini.
Josep Torrell ha entrado en más detalles sobre la gestación de la pieza vista, pero ha aprovechado también para, dando un giro a su ponencia, acabar ofreciendo una hermosa proclama política, no rehuyendo aspectos de las situaciones que sufrimos en la actualidad diariamente. Sólo mediante nuevas formas de política que empoderen a la gente, ha concluido, habría posibilidad de victoria en este combate tan desigual.
Al acabar, Mumma ha recordado que hoy, a la salida, quien quisiera podría comprar hasta la una de la madrugada, porque era la "Shopping Night Barcelona". He emprendido el camino hacia casa con un amigo, quien me ha comentado que, para completar el grupo de películas que no puede soportar física y mentalmente, sólo se habría de añadir a las vistas las escenas de los mataderos de "La sang des bêtes", el cortometraje de Georges Franju. He visto entonces que, efectivamente, el Paseo de Gracia, la Rambla de Catalunya y las calles adyacentes estaban anormalmente repletas de gente, entrando en tiendas con reclamos dorados o plateados que hacían juego con las luces navideñas, o siguiendo la invitación de azafatas que ofrecían una copa de cava. He recordado entonces, y viene muy a juego con la reflexión a que invitaba la sesión, que quizás lo que me alteraba más del cortometraje de Franju era que, entre método y método -a cada cual más bestia- de eliminación de la vida de los diferentes animales en el matadero de La Villette, aparecían unas casi idílicas imágenes nocturnas del Sena, fluyendo bajo los puentes. Está bien chunga, la batallita de marras.

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Tienda carteles de cine en París


Otra tienda de París que da gusto curiosear, aunque sus precios echan un poco para atrás y a ver quién, a estas alturas, tiene algún espacio de pared adecuado disponible. Con la rentrée de James Bond estaba en noviembre con dedicación preferente a la serie.


lunes, 30 de noviembre de 2015

Actividades Projecte Pasolini Barcelona

Esta semana, los dos últimos actos de este año organizados por el Projecte Pasolini Barcelona, en dos días consecutivos.
El miércoles, editoriales, autores, traductores y estudiosos nos harán en la librería La Central de la calle Mallorca una rápida introducción a las últimas publicaciones aparecidas de y sobre Pier Paolo Pasolini.
El jueves, en el Istituto Italiano di Cultura, una reflexión acerca de lo aberrante que puede llegar a ser un poder si no existe sobre él un efectivo control democrático.
Ambos entrada libre. A especificar en las agendas que son convocatorias para las 19h. Dada la hora, a la salida -y seguramente antes, porque será pleno horario comercial- el ayuntamiento y los comerciantes de las calles inmediatas nos ofrecerán iluminación especial para parte del recorrido.

sábado, 28 de noviembre de 2015

Los espacios de Rohmer en París

El problema con el que me encontré era irresoluble. No di con una perspectiva como esta pero con el estanque al otro lado porque "La femme de l'aviateur" se rodó en el Parc des Buttes-Chaumont, y en el Parc Monceau el estanque está más centrado, y no da para cuadros como éste. En compensación, vimos un poco el barrio de Monceau, con casas con detalles como los de la otra foto. ¡Si lo llego a preparar bien busco la panadería, y quién sabe si a lo mejor hubiera dado hasta con la boulangère...

viernes, 27 de noviembre de 2015

Exposición Rovira Beleta

De hecho, exposiciones como la que la Filmoteca dedica a Rovira Beleta (hasta el 31 de marzo) son del tipo que justifica que tenga una sala y organice en ella este tipo de actividad. Con películas, a mi entender, de interés y otras no tanto, el cine de Rovira Beleta, como deja claro la exposición, siempre documenta muy bien a una época y a una ciudad.









jueves, 26 de noviembre de 2015

Nobody's business



No había visto hasta el momento ningún film de un cineasta tan famoso como Alan Berliner, y el pase de ayer en la Filmoteca de "Nobody's Business" (1996) me dio una oportunidad que no dejé pasar, porque, además, la idea de un documental de un cineasta buscando restablecer la biografía de su padre me era en verdad atractiva.

Toda la película (de 60 minutos) es una dinámica conversación del realizador básicamente con su malhumorado padre, pero también con su madre, primos y demás familia. En imagen real o sobre documentos o películas familiares en 8mm, las protestas y amenazas con detener su participación en el film por parte de su padre cubren buena parte del metraje. Sosteniendo continuamente que él no está interesado con la historia de sus ancestros, y que su vida no interesa absolutamente a nadie, porque es la misma que la de miles de otras personas anónimas, el padre de Berliner va ofreciendo, no obstante, una más que potente visión sobre su carácter e, indirectamente, sobre el mundo y humor judío, las olas inmigratorias y demás que sufrió toda esa colectividad durante el siglo XX.