sábado, 11 de marzo de 2023

Dos Godards de footage

Anna Karina, sin poder evitar sus lágrimas. Dans le noir du temps.

Habla “Dans le noir du temps” (Jean Luc Godard y Anne Marie Miéville, 2002; ayer en la Filmoteca) de ‘los últimos minutos de…’ varias cosas, sembrando la nostalgia de un tiempo que ya no existe.
Quizás sea por aquí donde pueda sumársela a “Ten minutes older”, el film de episodios al que pertenece.
Por el final de sus diez minutos, la correspondiente imagen apropiada (todo el film está formado por ellas, de obra suya o de otros) corresponde a unos libros que van apilándose, mientras suena la música que ha recorrido todo el metraje y una voz señala que toda la memoria, todos los pensamientos reunidos, no valen lo que un acto caritativo.
Puede ser ese un buen punto de engarce con “De l’origine du XXIe siècle” (2000, en la misma sesión), otra pieza de intensidad inaudita en la que los fragmentos entrelazados son todos ellos de films -propios o ajenos- reflejando actos de violencia, guerras, torturas, mientras van apareciendo -sin que les haya pescado su correspondencia- intertítulos con fechas del siglo XX. En un momento dado he reconocido la fugaz aparición de la cara del Juan Bautista del tríptico de Grunewald, ese que señala con su dedo índice un Cristo más humano que nunca, que ha sido torturado a conciencia. A menudo, las imágenes conducen a secuencias muy reconocibles, de esas que han ido formando la iconografía de ese siglo.
En varias ocasiones las imágenes captan las miradas asustadas de niños, pero el film casi acaba con la mirada de confianza de la niña de “Ordet” mientras oímos pronunciar el esperado “¡Levántate, yo te lo ordeno!” que quizás pueda leerse como un emplazamiento para ayudar a acabar con todo un penoso estado de cosas.
Entre las dos piezas suman solo 25 minutos, pero reflejan extraordinariamente bien la profundidad de Godard y su poder de síntesis de la Historia que, como dirá en la tercera película del programa, para él es la historia del cine.

Dans le noir du temps.

De l’origine du XXIe siècle

El Juan el Bautista del tríptico de Grunewald, del que me pareció ver fugazmente su rostro en De l’origine du XXIe siècle.
 

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