Mira por dónde, llegamos al encuentro de Godard con Borges.
Tengo el pack que hizo Intermedio de “Histoire(s) du cinéma” (1988) y de tanto en tanto (Bueno: hace bastante que no lo hago…) coloco uno de sus discos en el reproductor y veo, aprovechando sus posibilidades de rotura del orden secuencial, un trozo. No podría digerir el chaparrón de imágenes, sonidos e ideas que contiene la película de verla toda entera.
La visión de “Moments choisis des Histoire(s) du Cinéma” (2004, el sábado pasado en la Filmoteca) confirma que no sería el propio Godard el más apropiado para simplificar sus historia(s), ya que este remontaje teóricamente simplificado sigue siendo de tal intensidad que te deja aplanado en la butaca.
En ella están todos los juegos de relaciones que se quIeran, sobreimpresiones de dos films, títulos juguetones y narración en off yendo cada una por su lado. También trozos limpios, clarísimos, como el dedicado a Hitchcock. Constituyendo, como su obra origen, una obra maestra del “film footage”. También Una cita demoledora sobre la televisión, por la que -como él hacia- cualquiera podría ver toda la historia del cine… si no fuera que la propia televisión había ya logrado que ese eventual espectador hubiera desaprendido a ver.
El film acaba con una preciosa cita de Borges:
“Si un hombre atravesara el Paraíso en un sueño, y le dieran una flor como prueba de que había estado allí, y si al despertar encontrara esa flor en su mano… ¿entonces, qué?”.
“Yo fui ese hombre”, concluye Godard.
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