“Biografía de un personaje y radiografía de una institución”. Así definió ayer Esteve Riambau, director de la Filmoteca, el libro de Natacha Laurent y Christophe Gauthier “Raymond Borde. Une autre histoire du cinéma”, de cuyo contenido se habló ampliamente en una interesante sesión especial.
Como el protagonista principal de la velada era el fundador de la Cinematheque de Toulouse (la segunda en importancia del país vecino), Raymond Borde, Riambau empezó explicando sus recuerdos personales sobre él. Datan de las antiguas convocatorias de Confrontation, el festival sobre Cine e Historia de Perpignan creado por Marcel Oms, y se ve que realmente allí, jovencito recién ingresado en la crítica cinematográfica, presenció más de una auténtica confrontación, algo más que dialéctica, entre los ex-comunistas Borde y Oms, dando a entender el carácter de ambos.
Por lo menos rasgos de la peculiar personalidad de Raymond Borde quedaron claros por las descripciones efectuadas por Laurent y Gauthier: Comunista, autor de una tesis sobre el pensamiento económico de Stalin, crítico de cine en “Les Temps Modernes”, expulsado del PCF en 1958, miembro del grupo surrealista hasta que se produjo también ahí su expulsión, fue entonces cuando, en 1964, creó la Cinematheque de Toulouse, que adhirió al año siguiente a la FIAF, Federación Internacional de los Archivos Cinematográficos.
No vivió, no obstante, de su trabajo intelectual, sino de su sueldo como funcionario de la Prefectura de Toulouse. Aunque no dominaba más idioma que el francés, en la FIAF creó un grupo de acción con sus compañeros de las cinematecas de Lausanne, Bruselas y Moscú, obteniendo de ellos películas que sumaba a las que recogía por todo el sur de Francia. Inicialmente amigo de Henri Langlois, se enfrentó luego a él, sosteniendo que una Cinemateca no debiera considerar el cine únicamente como arte, sino también y sobre todo como un objeto social que permite estudiar la historia de una sociedad.
Los dos autores han puesto ese subtítulo al libro porque el análisis del trabajo de Borde les ha proporcionado una visión alternativa de la historia del cine, más periférica, crítica con el jacobismo de la Cinematheque de Paris.
La sesión se completó con la proyección del único film completado durante su vida por Raymond Borde y dos cortometrajes de un cómico norteamericano del periodo mudo rescatados por él, pero como el primero me ha parecido de gran interés dentro de la historia del surrealismo, los otros tienen también su qué y esto ya es larguísimo sin entrar en ello, dejaré su comentario para otro momento.
Con respecto a la potente fotografía que en la Filmoteca asociaron a la sesión:¿serán sacas de películas amontonadas de cualquier manera lo que rodea y casi entierra a Raymond Borde?
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