Otra película de cine negro británico de los años 50 que está por Netflix, pero mucho más sólida… hasta que se lía de mala manera tras su atractivo planteamiento inicial, es “Portrait of Alice” (Guy Green, 1955).
El tema es lo de menos, un auténtico MacGuffin. Digamos que un pintor sin éxito sentimental ni comercial recibe la noticia de la muerte de un próximo.
Hay en ella un proceso de seducción mental del pintor por la que, sin conocerla, ha representado en su propia pintura, que tiene también su atractivo. Film sin gran presupuesto, el pintor hace, es verdad, unos cuadros que, antes de que Lluís me eche la artillería, diré que son auténticos cromos. Pero también era un auténtico cromo el cuadro que representaba a Carlota Valdés en el “Vértigo” de Hitchcock y eso no destrozaba en absoluto a la película. No es eso lo que pierde algo al film, que, pese a su bajada de tono con tanta peripecia, conserva, a mi entender, ciertos apuntes atmosféricos que lo hacen simpático.
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