Quedé en poner por aquí lo que Jane Birkin decía en sus “Munkey Diaries” (Le livre de poche, 2018) sobre su participación en el “Blow up” de Antonioni, en una escena hoy en día sujeta a polémica, pero que entonces solo alcanzó el aspecto de escandalosa. Como se verá, la actriz únicamente la cita sintiéndose pionera y arrojada en el aspecto de la desnudez, sin cuestionar nunca los posibles atropellos que sufría su personaje en la trama.
Traduzco a lo bestia algún párrafo:
“Antonioni me dio algunas páginas de un guión, me dijo de volver a casa y reflexionar, pues la escena pedía estar completamente desnuda, dándome varios días de reflexión. Volví a casa, se lo expliqué todo a John Barry, quien me dijo que yo no me atrevería porque apagaba la luz cuando me desnudaba. Añadió que sin embargo, Antonioni era uno de los más grandes directores del mundo, cosa que yo ignoraba totalmente, y que sí había que estar desnuda, estaba bien que fuera con él, que valía la pena. Pero que yo no me atrevería. Así que me atreví.
Pasé unos cuantos días exquisitos con Gillian Hills. Antonioni no encontraba nuestras ropas en el Swinging London, hizo repintar a mano nuestros vestidos y calzado, era un arquitecto. Escogió medias rosas para ella y verdes para mí, me tiñó de rubia y a ella de morena, y el rodaje empezó para nosotras en una casita con David Hemmings, que fue un ángel. Y cuando me escondía de la cámara, pues había por lo menos tres, me decía “es más bien de mí que deberías esconderte”. (...) De hecho, en Blow up, Gillian Hills y yo no éramos más que una distracción, un medio para hacer subir la tensión mientras que David Hemmings revelaba sus fotos.
(...) John Barry me explicó, para mi gran satisfacción, que en Nueva York las colas para ver el film daban la vuelta a toto Times Square y que los proteccionistas recortaban los negativos para tener los planos de Gillian y yo desnudas. Era la primera vez, parece, que se ha visto desnudos integrales en un film. Eso provocó un gran escándalo en los periódicos, pasándome a llamar Jane (Blow up) Birkin. Un apodo que me persiguió hasta el momento en que se convirtió en Jane (Je t’aime) Birkin. Pero en 1967, cuando se proyectó en el Festival de Cannes donde recibió la Palma de oro, yo estaba enorme, encinta de Kate. Envié a mi madre a ver “Blow up” en un cine de King’s Road, un poco asustada por los rumores, pero ella estuvo asombrosa, “como dos niños en la piscina municipal, encantador”. Quedé aliviada, nadie me reconoció, no me dio ningún papel para después, ninguna oferta, pero algunos meses después tenía a Kate.”
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