miércoles, 31 de julio de 2019

Primer amor


Todo tiene un orden. Primero un trabajo para conseguir una posición económica, luego la boda, más tarde el embarazo y por fin el nacimiento del crío en ese hogar que lo está esperando.
Algo así lee en un libro de esos preparatorios para el nacimiento de un bebé la pareja de jovencitos del mediometraje “Primer amor” (1974) de Krzysztof Kieślowski. El chico se apresura a decirle a ella, antes de estallar en risas los dos: “¡lo hemos hecho todo desordenado!”
Con cámara muy nerviosa, cortes y saltos súbitos de escena, grano de la película apreciable, “Primer amor” podría temerse que fuera una archi-sabida retahíla de tópicos sobre los problemas que tiene una pareja totalmente inexperta y sin recursos ante un embarazo inesperado. Pero, sin dejar de tocar -desordenadamente, como dice el crío- todos ellos, escapa muy airosamente de la trampa a base de mostrar a unos protagonistas sinceros, tirados para adelante, que no desfallecen ni pierden el buen humor en todo el proceso, y a unos cuantos personajes que los rodea a los que se descubre en algún momento su bonhomía.
Espero que alguien más haya ido a ver el programa de corto y medio metrajes de Kieslowski de la Filmoteca, que hoy hacía su segundo pase, y confirme esa buena impresión que me dejó a mí.

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