miércoles, 3 de julio de 2019

Murnau en La maman et la putain

Alexandre lleva a Veronique a “Le train bleu”.

Para un trabajillo para el que me he comprometido estoy viendo atentamente “La maman et la putain” (Jean Eustache, 1973) y descubriendo cantidad de cosas que no recordaba. Ayuda volver a ver las películas, sobre todo, cuando conoces los sitios que aparecen en ellas, cosa que podía no suceder en las primeras visiones.
“No tener dinero no debe querer decir comer mal”, le replica a Veronique cuando le cuestiona por qué le ha llevado a ese sitio si no tiene dinero y ha tenido para hacerlo que pedir prestado. He estado cenando en “Le train bleu” en una única ocasión. Una vez previa sólo estuve husmeando un poco. No es que la comida fuera especialmente buena, pero el sitio es espléndido. De hecho, estaba por razones de trabajo con un grupillo en un hotel vecino e incité a mi entonces jefe para que nos llevara ahí a cenar, diciéndole que no podía dejar de conocer “Le train bleu”...
En el trozo del film de más secuencias por cafés y exteriores, Alexandre lleva a Veronique a cenar en “Le train bleu” y le explica que le gusta ese sitio (carísimo, pero a visitar por su carácter) porque es como un film de Murnau: “Está entre el campo y la ciudad, entre la noche y el día”, le dice
Alexandre a Veronique: “Este sitio me recuerda a Murnau (está pensando, sobre todo en ‘Amanecer’): Está entre el campo...
.Se encuentran cosas muy certeras, a la par que hermosas, viendo con detenimiento una película como ésta.
“... y la ciudad”.

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