Por TV5Monde pasan “Charles Pathé et Léon Gaumont, premiers géants du cinéma” (Gaëlle Royer y Emmanuelle Nobécourt, 2016), que de una forma muy clara, sin exageraciones notorias ni notas autorales grandilocuentes, informa de los orígenes del cine francés, a partir de la rivalidad de los dos patronos.
Por su mediación te enteras que Pathé iba para tarambana, mientras que Gaumont, mucho más señorito, tenía una gran afición por la técnica que la ruina sobrevenida a su familia estuvo a punto de frustrar, pero que salvó con un oportuno braguetazo. Esto y que se apoyara en la gente adecuada (primero su secretaria y protegida Alice Guy, luego Louis Feuillade) le distinguió totalmente de su rival.
En 1900, con las grandes exposiciones, dice el documental, la gente se pirraba por los nuevos inventos: la acera rodante, unas bicicletas con las que se podía flotar e ir sobre agua (que ahora he visto en el lago Como que vuelven a estar de moda), etc. Y el cine, proyectado en barracas, estaba entre las atracciones.
La historia de los dos se acelera: copias de Melies, los dramones realistas de Ferdinand Zecca que lanza Pathé, los emisarios de éste lanzados a crear sucursales y rodarlo todo por las ciudades del mundo, incluida Barcelona, la creación de los estudios de Joinville, con 2000 obreros a los que Pathé otorgaba ciertas ventajas sociales.
Gaumont, por su parte, con un público más burgués, dedicado íntegramente a la explotación de diversos inventos, como el fonógrafo.
Más tarde, Pathé crea su red de cines permanentes, tiene un éxito inusitado con Max Linder y se lanza a la conquista de Norteamérica. Gaumont contraataca substituyendo a Alice Guy, que se ha casado e ido a Estados Unidos por Louis Feuillade.
Si uno lanza el Pathé Journal, el otro hace otro tanto con el Gaumont Actualités. Pathé entra en el mundo de las vedettes (Mistinguet) y Gaumont crea la sala más lujosa que pensarse pueda, el Gaumont Palace y, más adelante, lanza “Fantomas”.
Tras la parada de la guerra, Pathé lanza en Estados Unidos, con un éxito enorme los seriales: “Los peligros de Paulina”. Gaumont sacará entonces, gracias a Feuillade, “Les vampires” con una Musidora que populariza las vamp.
Pero la guerra ha destrozado a Francia y la primacía del cine mundial pasa a los Estados Unidos... Tanto Pathé como Gaumont se refugian en el cine de vanguardia, de gran calidad: L’Herbier, Epstein, Gance.
Pero los dos son ya mayores. Pathé deja de producir y lanza el Pathé Baby. Gaumont, a la muerte de Feuillade, también abandona. Los dos se van a vivir a la Costa Azul, que entonces si era lo que sugiere el nombre...
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