La cinta de empalmes de trozos de buena parte de las películas que pasan por el Festival d'A deja una sensación más que tristona. El otro día íbamos comentando lo poco atractivo de todo lo que iba saliendo. En un momento aparecían unos viejos de una residencia a los que las enfermeras los pintarrajeaban, les ponían gorros y les hacían bailar canciones de esas bochornosas de parranda. Me salió del alma: "¿Alguien puede ir a ver eso?"
Pues resulta que, sin saberlo, fui a ver la película en que aparecía. Tenía curiosidad por ver cómo sería la primera película de Ingrid Guardiola y acabó siendo una de las de la parrilla preseleccionada. Leí con más detenimiento "su argumento" poco antes de entrar y entonces fue cuando me di cuenta, ya casi sin tiempo de dar marcha atrás, de que era la de la escena de marras. Pero el film tiene la habilidad suficiente como para que uno no salga tan derrotado cómo podría pensarse. Concienciado y confirmado en sus temores sí, pero al menos ese toque con el que está hecha palia y evita el posible tormento.
La realizadora salió a presentarla, dando la impresión de tener en esa tarea unas tablas enormes, explicando que ese era uno de los encargos de la Open Society Foundations (la de George Soros), que obligaba a hacer trabajos que obedecieran a los conceptos de Comunidad, Trabajo y Envejecimiento. Ella convirtió la posible memoria en un ensayo fílmico, y eso es "Casa de ningú" (2017).
Va intercalando secuencias -que a veces se solapan por el sonido- de un pueblo minero leonés en pleno proceso de desaparición con otras de las actividades de una residencia de ancianos. De unos mineros captados sin rostro en las escenas iniciales a los penetrantes rostros, evidencia de un envejecimiento por el que pasaremos todos, con -y ahí hay un tema clave- mayores o menores medios.
Un ensayo fílmico que recuerda que ambos son temas que no merecen el olvido que sobre ellos preside el cartapacio de medidas de los gobiernos, pero que se conforma con acumular datos sobre su existencia. Tras ello tocaría actuar.
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