Pues parece ser que la ciudad más utilizada en el cine como localización de rodajes no es Nueva York, sino Los Ángeles. Al menos eso dicen en y parece viendo "Los Ángeles plays itself" (Thom Andersen, 2003), una recopilación incansable (regida por la monótona voz en off de su crítico y socarrón, a la postre serio comentarista) de secuencias de películas con ese denominador común.
A lo largo de su enorme metraje (169 min) la película se muestra preocupada por la honestidad en mostrar la ciudad como era realmente o por la trampa de hacer todo lo contrario. También, mucho, por el uso dado al patrimonio arquitectónico de la ciudad, destacando enormemente la continua aparición de las obras de los grandes creadores modernos. Películas de y sobre Los Ángeles, de todo tipo, mencionadas, clasificadas y comentadas con criterio analítico creíble, llenan y dan forma al film.
Uno de los letreros que suele verse frecuentemente por la ciudad para ayudar a la concentración del equipo de un rodaje en una de sus localizaciones. |
Como la he visto en TCM y en esa cadena repiten programación hasta el cansancio, debe haber seguro nuevas oportunidades para verla. Además he visto que este mes habrá una oportunidad de visión en pantalla grande, en Barcelona, mediante un par de sesiones de la Filmoteca.
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