sábado, 21 de abril de 2018

Julieta Serrano


Quizás le falte esa poderosa imagen de Julieta Serrano niña jugando encima de las chufas amontonadas junto a la casa de sus familiares en Tavernes Blanques, un pueblo de las afueras de Valencia a donde la habían llevado desde Barcelona, para ponerla a refugio de los bombardeos de la guerra civil. O alguna otra de ella ya joven, guarneciéndose cómo podía del frío, pasando noche junto al resto de la troupe en el autocar con el que iba su grupo de pueblo en pueblo, haciendo bolos. Pero por lo demás, en general, me ha gustado este artículo sobre ella, escrito con motivo de que se ha dado a conocer que Almodóvar la va a volver a sacar en una de sus películas.
Adoro a Julieta Serrano desde que la vi en "El hombre oculto" o en "Mi querida señorita" y junto a Martí Rom tuvimos por fin la suerte en el 2007 de poderle hacer una monografía (libro y documental) para el Cineclub de l'Associació d'Enginyers aprovechando lo máximo posible sus estancias en Barcelona, sin pisar su adorada casa madrileña.
Desde entonces, cada vez que viene por aquí, tenemos el honor de que nos llame y nos invite a ver sus actuaciones teatrales. La última vez en que nos vimos fue en junio de 2017, tomando un café antes de su preparación previa al "Ricard III" del TNC en el que actuó. Por una vez venzo eso del pudor y cuelgo hasta la foto que me hizo Martí Rom reflejando el reencuentro. La cara de pasmarote, por aquello de la emoción...


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