miércoles, 2 de noviembre de 2016

When comedy was king


Casi seguro que no habría ido a ver "When comedy was king" (Robert Youngson, 1959) de no haber leído que la presentaba Pere Alberó. Me daba pereza ir a la sesión de las cinco en la Filmoteca para ver una cinta sobre el primer cine cómico americano, que me decía que "ya tenía muy visto". Pero he empezado entonces a cuestionarme si realmente no me apetecía ver unos cuantos de los buenos gags de ese cine, y la respuesta ha sido que por qué no, que no estaría mal verlos desde la perspectiva actual.

Pere Alberó ha estado muy bien en su intervención, que se había preparado a conciencia, pero que ha efectuado sin leer sus papeles. Por encima de los datos concretos para situar época, sistema, actores y productores, escenificando el hecho de apartar a un lado sus papeles ha rememorado, y casi explicado para las nuevas generaciones, lo que podía ser asistir a una sesión de ese cine aún en su edad infantil por parte de un público infantil, poco acostumbrado a ver cine en esas nuevas pantallas que proliferaban por todos lados. Me ha venido el recuerdo de mi padre explicándonos cómo de expectantes iban el grupo de amigos a la sesión semanal de "la pandilla", que acababa en un punto culminante... para que les vinieran ganas de -como hacían-, volver corriendo la semana siguiente a ver el siguiente episodio.

La película es una recopilación comentada (un comentario redundante, que se quiere casi siempre gracioso, en alguna ocasión sensiblero, y estaría bien poder prescindir de él, e incluso de su música) de escenas de un largo panorama de películas que van desde los cortometrajes de la Keystone en los primeros años diez hasta otros de 1929 de Hal Roach. Y sí: me he reído viendo cómo Ben Turpin se mete la navaja de afeitar por la oreja para sacarse el jabón que se le ha acumulado ahí, o cómo el Gordo y el Flaco han iniciado una buena refriega multitudinaria a base de patada en la espinilla y puñetazo en la barriga. O también me ha parecido curioso oír algo tan perdido como las risas de la pareja de espectadores de la fila de atrás.

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