Para las imágenes de las obreras en su duro trabajo ya había toda una tradición soviética. Pero para representar a la despreocupada sociedad burguesa parisina divirtiéndose alocadamente mientras las tropas francesas van a recibir una dura derrota frente las prusianas me imagino a Kozintsev y Trauber consultando y emulando las obras de gente como Toulouse Lautrec, y notoriamente sus representaciones en carteles de cafés y del baile del cancán.
Jesús Franco no gana para desengaños en “El extraño viaje” desde la muerte de sus padres. Invoca al tiempo pasado continuamente: “¡Con lo buenas que estaban las peras del huerto de papá!” ¿Cuáles podrían ser esas riquísimas peras del huerto de papá, a conservar en la memoria? Aquí –Cine- se intenta recopilar y dejar visibles las impresiones a vuelapluma, en general sin documentación ni análisis previos, de la reciente visión de alguna película que me haya causado buenas vibraciones.
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