Causa impresión, ya acostumbrado a los paisajes invernales de sus otras películas, ver Esauira y las barcas de su puerto nada más empezar “Freedom” (Sharunas Bartas, 2000) y luego continuar, tras un lance marítimo, con una peregrinación desesperada por toda la desierta costa marroquí. En dos o tres momentos, acompañando la belleza del mar o la arena, aparece una música que convierte la contemplación del film en algo casi religioso.
Jesús Franco no gana para desengaños en “El extraño viaje” desde la muerte de sus padres. Invoca al tiempo pasado continuamente: “¡Con lo buenas que estaban las peras del huerto de papá!” ¿Cuáles podrían ser esas riquísimas peras del huerto de papá, a conservar en la memoria? Aquí –Cine- se intenta recopilar y dejar visibles las impresiones a vuelapluma, en general sin documentación ni análisis previos, de la reciente visión de alguna película que me haya causado buenas vibraciones.
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