Ésta es una de las escenas más hilarantes de “A question of attribution” (John Schlesinger, 1991), que se pudo ver ayer en la Filmoteca dentro del ciclo “Per amor a l’art”. James Fox, interpretando de forma extraordinaria el papel de Sir Anthony Blunt, uno de aquellos “Cinco de Cambridge”, que hicieron de espías para la URSS, le apremia a quien él cree que es su ayudante a que le pase un instrumental. La reina Isabel se lo alcanza… y pasa a entablar con él una larga conversación sobre arte, falsificaciones y falsas atribuciones de pinturas, obteniendo como resultado unos cuantos “hechos” de los que busca continuamente, que la dejan más que satisfecha.
Una película muy british, con un policía que intenta sonsacar más nombres de espías a Blunt, pero aprovecha para amueblar un poco sus pobres ideas sobre la historia del arte, una secretaria que dejaría la vida por su aristocrático, homosexual y descubierto como antiguo espía profesor de restauración
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