jueves, 7 de enero de 2016

Joan Perucho


Alain Cavalier, cuenta André S. Labarthe en “La Saga. Cinéastes de nôtre temps” (Capricci, 2011), quedó muy satisfecho del capítulo de la serie que sobre él realizó Jean-Pierre Limousin (“Alain Cavalier, 7 chapitres, 5 jours, 2 pièces-cuisine”, 1996). Tanto es así que explicó a todo el mundo que estaba tan contento que ya no se dejaría hacer ningún documental más.
Lo explica Labarthe por lo extraordinario del caso, pero a mí me recuerda la reacción que tuvo el escritor Joan Perucho después de ver el documental que Martí Rom realizó sobre él en 1991 para el Cineclub Associació d’Enginyers. Estaba rodado básicamente en el antiguo y lleno de fantásticas sugerencias Museo de Zoología del Parque de la Ciutadella (hoy absurdamente cerrado y traspasado a uno de los más aberrantes edificios del Fórum), en sus casas de Barcelona y Albinyana (en la fotografía estamos junto a la famosa higuera de las tertulias, pero las tomas para el documental fueron hechas sobre todo en el viejo caserón, haciendo destacar algunos de sus misteriosos cuadros y objetos). Vi otro documental que con el tiempo le hicieron, pero quedó tan satisfecho con el resultado (quizás también influyera lo pesado de atender a unos días de rodaje: lo sé porque yo era el encargado de distraerlo mientras los técnicos preparaban el plano…) que inicialmente dijo que ya tenía su documental, y que no iba a dejarse hacer ninguno más. De hecho, como cuenta Martí Rom en su “Hemeroteca” on line, pasados un par de años recibió una llamada telefónica de Perucho, pletórico, explicándole que le habían propuesto desde TVE hacer un documental con todos los medios a su disposición, y que les había dado el no por respuesta: “Ya tengo hecho mi documental”, les dijo.

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