martes, 14 de octubre de 2014

Algérie: tours/détours


Ha empezado hoy la Mostra de Cinema Àrab i del Mediterrani en el BEC/Casa Elizalde con una película fallida, pero que cumple uno de los mayores requisitos que un espectador como yo plantea a un documental para ir a verlo: que te documente alguna realidad. La película es “Algérie: tours/détours” (2007), y está realizada por dos chicas francesas de origen argelino, Leila Morouche y Oriane Brun-Moschetti.
La que parecía la idea motriz es muy poderosa: Filmar a René Vautier (el histórico cineasta anticolonial, autor de “Avoir 20 ans dans les Aures” (1972), fundador de la primera escuela para la enseñanza de cine en la Argelia independiente) cuando vuelve a Argelia en 2004, y recorre los diferentes sitios del país que frecuentó, viendo qué sobrevivió y qué respira de todo aquello actualmente.
El choque, en las secuencias iniciales y mejores de todo el film, que luego deriva sin rumbo muy claro, es brutal. La Kasba de Argel, Patrimonio de la Humanidad está destrozada, pura ruina. A Vautier se le ve feliz yendo a ver la Cinemateca de Argel, uno de los pocos restos del naufragio y una de las apariciones de espacios cinematográficos demodés, de otra época, del film, que sobreviven milagrosamente. En una de esas instituciones un antiguo responsable rememora a Langlois: “Es bueno conservar los films, pero es mejor meterlos en la cabeza de la gente”. Pero se han quedado sin espacios donde hacer esa operación. Son varios los cines –como el del cartel- cerrados que vemos.
Luego vamos siguiendo a uno de esos camiones que llevaba el cine a los puntos más recónditos del país. El equipo, con todos los permisos pertinentes, visita tres ciudades, extiende una sábana que sirve de pantalla arrugada donde proyectar los films históricos argelinos, invitan a la gente del lugar y provocan luego la discusión entre el público, un público que las más de las veces es sólo masculino. Es en estas conversaciones, viendo gente acostumbrada a no hacer nada, desocupados, totalmente ignorantes del pasado, cuando te das cuenta que, seguramente de forma involuntaria, el gran protagonista de la película es un inmenso off. Un profundo agujero inexplicado que se ha llevado toda la energía que demostró toda una población durante la guerra de independencia, dejando casi nada más que desolación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario