jueves, 10 de diciembre de 2020

I diari di Ángela - Noi due cineasti



Con Ángela excepcionalmente manejando la cámara, en un barco que les lleva hacia la costa occidental turca.

Aunque sorprenda, hay quien sigue proponiendo en estos días cosas de sumo interés. El Xcèntric, por ejemplo, presentó ayer una extraordinaria película, difícil de ver, porque su autor no quiere cederla a plataformas. Se trata de “I diari di Ángela - Noi due cineasti” (Yervant Gianikian, 2018).
Yervant Gianikian y Angela Ricci Lucchi era una pareja imprescindible, de ese selecto grupo de gente que hace cine partiendo de archivos cinematográficos. Se recorrieron olvidados archivos de todas partes, recogiendo bobinas en pésimo estado de conservación, recuperando sus cintas, etc. Pero tenían una característica específica: sus trabajos siempre iban enfocados hacia un propósito político, buscaban facilitar el conocimiento sobre el empleo de la violencia a lo largo de la historia.
En 2018 falleció Ángela Ricci y Yervant Gianikian, para seguir sintiéndola presente, para poder seguir firmando sus trabajos con ella, buscó en su casa y recuperó dos cosas: los diarios de su mujer y los films caseros que documentaron su vida conjunta.
Los diarios son, de hecho, cuadernos de viaje, escritos con letra escolar bien clara, con inserción de dibujos aclaratorios y de vez en cuando páginas de acuarelas con detalles. Explican los viajes que la pareja hizo a lo largo de su vida, casi siempre en pos de uno de sus temas (el colonialismo, la diáspora griega de Turquía de 1915, los prisioneros de la Primera Guerra Mundial en Rusia, la reciente guerra en los Balcanes,...).
Muchas de las cosas que Ángela apunta en sus cuadernos, Yervant lo había grabado a su vez con su cámara. En el film vemos ambos, cuadernos con el diario de Ángela del que el propio Yervant lee algún fragmento y visualizaciones de sus grabaciones reflejando eso mismo. También, otras cosas que nos completan el retrato de su mujer: ella en casa dibujando insectos, pintando alguna de sus magníficas acuarelas, recogiendo tomates del huerto o elaborando sus dulces.
Una de las cosas explicadas por el diario de Ángela y filmadas por Yervant, quizás el más punzante, el más perturbador, es un paseo dantesco en 1993 por lo que poco antes fue la primera línea del frente, en la ciudad de Sarajevo. Lamento no haber dado con ninguna imagen, pues trasmite como nada de lo que he visto hasta el momento la sensación de presencia y barbaridad del conflicto.
Por el final, da gusto verlos en una de esas películas caseras, ellos ya ancianos, tras acudir a la Mostra de Venecia, donde les dieron un Leon de Oro, haciéndose, como niños, un selfie en la calle, en un pequeño espejo de esos instalados para facilitar un cruce.
El domingo por la tarde está prevista en Xcèntric una nueva cita con la enternecedora pareja. Al año siguiente -2019- Gianikian quiso seguir en contacto con las cosas de Ángela e hizo “I diari di Ángela - Noi due cineasti. Capitolo secondo”. Yo miraría si quedan entradas y, pertrechados de buen abrigo y bufanda -que hace mucho frío- reservaría butaca en el auditori del CCCB. Si es como la de hoy -y no tiene por qué diferir gran cosa de ella- será, seguro, una de esas sesiones hermosas en su sencillez, de las que no se olvidan.

Unos de sus dibujos, en una exposición homenaje que se les tributó.

Una de las acuarelas de Ángela.

Y otra, con extracto de su diario.

Elaborando en casa un postre.

El “Non, non, non” de esta mundo contemporáneo dio el nombre a la exposición sobre su obra que se organizó años antes de la muerte de ella.



 

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