Han pasado por La 2 “Hitler’s Hollywood” (Rüdiger Suchsland, 2017), un acelerado repaso al cine efectuado en Alemania durante el nazismo, que sigue inicialmente la obra de Siegfred Krakauer y luego tiene unas pocas acotaciones de Susan Sontag o Hannah Arendt.
Fueron unas mil películas las producidas en lo que acabó siendo un monopolio estatal, todas reguladas por el todopoderoso control del Ministerio de Propaganda de Goebbels. El documental explica alguna de sus características más significativas, como su fascinación con la muerte, su carencia casi absoluta de ironía, estar llenas de alegría forzada...
Más informaciones vertidas en el documental: la mitad comedias, no es cine de autor, sino de estrellas, siempre preocupado por buscar la nueva Garbo, los que sustituyeran a las grandes estrellas que se habían exiliado, huyendo del nazismo. Con media Europa a sus pies, muchos actores que triunfaron en ese prolífico cine alemán eran extranjeros: austriacos, holandeses, hasta una jovencita Ingrid Bergman. De hecho, no lo hace, pero yo estaba esperando que por una de las secuencias enlazadas una tras otra apareciera, por ejemplo, Imperio Argentina.
Las preocupaciones y la deriva del naziosocialismo infecta películas que se hacen muy populares. Reina el infantilismo, junto a un marcado acento racista, sobre todo anti-judío, y justificaciones de, por ejemplo, la eutanasia ante los que presentan deficiencias.
El narrador detiene al final su carrera explicativa (que hace a veces difícil leer sus subtítulos, superpuestos a los diálogos de las películas de las que van presentándose de forma encadenada secuencias) y pregunta retóricamente:
-¿Cuántas de estas películas has visto?
Bien pocas, ciertamente. Pero quizás, en buena parte, está mejor ver en esta documentada película sus escenas más significativas, evitándonos el auténtico muermo de verlas de su principio a su fin, con el consiguiente estremecimiento.
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