Me perdí dos presentaciones personales suyas y hoy he ido al MACBA a ver "El ojo escucha", la exposición de Eugeni Bonet, porque acaba este domingo, y me la iba a perder. Aunque he estado unas dos horas y media, me he quedado sin ver mucha cosa. Una expo así te da una idea del universo expuesto, pero no creo que sea un buen formato éste para ver films, vídeos y demás. Vas viendo uno aquí, luego corres a ver sí pescas por horario el que te interesaba de aquel otro lado, te desesperas porque ves que te has saltado el que querías, y vuelven a dar el ya visto. En fin: todo visiones fragmentarías, que a lo mejor es lo que les va a un cierto tipo de estas obras, pero iría mejor un gran pack de DVD, y que quien fragmente sea el espectador.
Eugeni Bonet sería, en otro país, una eminencia respetada por todo el mundo. Aquí ha debido ir abriéndose paso organizando venga ciclos, seminarios y muestras centrados siempre en el cine y video experimental, ámbito del que es un impresionante estudioso, conocedor y hasta creador. Todas estas facetas son a las que se intentan dar cabida en la exposición, comisariada por Valentín Roma. Yo he echado una mirada general, y he procurado ver obras suyas que no conocía, desde la inicial "V2" (1974: una "deriva urbana", como él la define, que ya con el pionero video de entonces permitía ver al Bonet que más me interesa -al margen de algún detalle suyo que lo revela amante del mejor cine-, es decir, al voyeur, al que sabe ver y hacer ver lo insólito, o lo que llegará a ser insólito), hasta su actual obra en curso, "eGolem" (2014).
Una última reflexión, que esto se hace ya largo y no habrá quién lo lea: Se puede ser de vanguardia, experimental, lo que sea. Pero conviene no olvidar nunca, como de hecho hace Eugeni Bonet, su despatarrante buen humor. Basta leer sus títulos, comentarios...
Publicaré aquí al lado, en otra entrada, un pequeño álbum de imágenes recolectadas.
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