Como ya conocía la entrevista de Soler Serrano, al margen de por ver y oír unas cuantas magníficas intervenciones suyas (en vivo o sólo su voz, leyendo o contando) y unas pocas imágenes del Buenos Aires o París de la época, por lo que más me ha gustado pasarme el documental “Cortázar” (Tristán Bauer, 1994) quizás haya sido por descubrir a través suyo que, en la más que formal placa instalada en su casa natal de Bruselas figure, sorprendentemente, en letras bien gordas, ese calificativo de “ENORMÍSIMO CRONOPIO”.
Jesús Franco no gana para desengaños en “El extraño viaje” desde la muerte de sus padres. Invoca al tiempo pasado continuamente: “¡Con lo buenas que estaban las peras del huerto de papá!” ¿Cuáles podrían ser esas riquísimas peras del huerto de papá, a conservar en la memoria? Aquí –Cine- se intenta recopilar y dejar visibles las impresiones a vuelapluma, en general sin documentación ni análisis previos, de la reciente visión de alguna película que me haya causado buenas vibraciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario