Este largo fin de semana del 15 de agosto hemos mirado la cartelera en un par de ocasiones, pero no nos han atraído las propuestas de films aún no vistos, y no hemos ido al cine. En vez de estrenar películas que ya se sabe antes de empezar a verlas cómo van a evolucionar y acabar, ¿por qué ningún empresario estrena, por ejemplo, las películas de este señor? Resultarán apasionantes o totalmente aborrecibles, según de qué fusta sea el espectador, pero lo que está claro es que cuestionarán, zarandearán, quizás hasta harán vibrar, más de una parte de su cuerpo.
Me gusta esta foto (de Philippe Garcia para Les Inrockuptibles del 6/2/2013), que yo he mutilado por ambos lados. En ella se ve a Jean-Claude Brisseau, ya muy fondón, en su casa (y sitio de rodaje de su último film). Me recuerda a un venido a menos hijodalgo, enfadado con lo duras que se le están poniendo las cosas, pero aún con ese punto de curiosidad para seguir mirando por la ventana, a ver qué divisa por ahí.
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