martes, 6 de agosto de 2024

El hombre oculto

Yelena Samarina y Carlos Otero.

No me había fijado en que todo el equipo técnico de “El hombre oculto” (1971), que Alfonso Ungría ideó a partir de la noticia aparecida en la prensa de la enorme cantidad de personas que habían aparecido de repente, cuando se publicó una ley reparadora, tras haber estado escondidos desde el fin de la guerra civil, tenía todo su elenco masculino surgido de la Escuela de Barcelona. Y no debieron cobrar mucho, si lo hicieron, pues la película obedecía a la promesa hecha de que sí, que podía hacer una con un presupuesto de sólo un millón de pesetas.
Cuenta Alfonso Ungría que vino a Barcelona acompañando a Ricardito Franco, que venía a tantear a Pere Portabella para ver si le produciría una película, y aquí contactó, vía Bocaccio, con Carlos Durán, el mismo Portabella, Jacinto Esteva, Joaquim Jordà, Ricardo Bofill entre los cineastas, y con Manuel Vázquez Montalbán, Ramón (Terenci) Moix, Juan Marsé, Carlos Barral, Colita, Maruja Torres entre los escritores y periodistas, además de algún vector libre como Guillermina Motta.
De su estancia por aquí explica que se llevó para su película a Carlos Otero, Luis Ciges, Mario Gas y a José María Nunes, “o sea, a todos los intérpretes masculinos que necesitaba”.
Como Emma Cohen estaba enredada con otras cosas, dice que tuvo “que completar el casting con actrices de Madrid”.
“Para la mujer del protagonista conseguí la colaboración de Yelena Samarina, una magnífica actriz rusa, afincada en España desde hacía unos años”. Sigue luego explicando que “poco tiempo antes había asistido al impactante estreno teatral de ‘Las criadas’ de Genet (…) en donde, para mí, destacaba otra actriz maravillosa, Julieta Serrano (que, pese a ser catalana, trabajaba y vivía en Madrid). Sin ningún recato me presenté en su casa y le ofrecí el papel de la ciega. E, increíblemente, a pesar de su alto prestigio y un salario aplazado, aceptó. Desde entonces nos convertimos en grandes amigos y trabajamos en muchos otros proyectos”.
El papel de la hija lo adjudicó a Carmen Maura, en su primer papel como actriz. De cómo lo hizo y de un hilarante cotilleo del rodaje que la tienen a ella y a un famoso productor como protagonistas ya dejo que se sverigüe acudiendo al libro de Ungría, incitando así a su compra.

Otero y Luis Ciges, de quien cuenta que entonces se dedicaba a montar las películas que Jacinto Esteva rodaba en sus safaris.

José María Nunes, haciendo de actor.

Julieta Serrano

Y Carmen Saura en su debut. Llevaba entonces, explica, una galería de arte.
 

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