viernes, 23 de agosto de 2024

Buscando a Pauline


A ver, que no se me malinterprete. En condiciones normales huiría como de la peste de esta película: Historia sentimental, con embarazo no querido por el medio, musiquilla de fondo ocasional que quiere canalizar emoción.
Pero se da la circunstancia que está protagonizada, de principio a fin, por Fabrice Luchini, quien pone de los nervios a mucha gente, pero que, habiéndolo visto aparecer hace la tira de años como chico impertinente en los primeros Rohmer y crecer desde entonces de película en película, siempre con su punto ridículo por delante, me vence toda voluntad y me hace ver hasta cosas como ésta.
La película en cuestión es “Buscando a Pauline” (“La petite”, Guillaume Nicloux, 2023; en Movistar). En ella Luchini es un artesano que hace muebles en Pessac (no creo que sea un homenaje a Jean Eustache, como no creo que el Madison que bailan por el final esté ahí para otro homenaje, en este caso a Jean Luc Godard) y se entera del accidente del avión en que viajaba su hijo, del que se mantenía alejado, y su marido. Como sabía que habían planificado, con una madre de alquiler, tener descendencia, mueve cielo y tierra para dar con ella.
Luchini ejerce, como siempre, de ser especial, a la suya, y lo que me gusta especialmente es que aquí es un viejo, es decir, que muestra aversión a cualquier tipo de gestión automatizada, casi todo lo actual le resulta hostil, etc.

Con respecto a la película, para ser sincero, a la que avanza se va haciendo peor: aparecen niños graciosos y hasta bebés, como para hacerla ya del todo insoportable. 

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