martes, 11 de septiembre de 2018

Treeless mountain


Quizás lo primero que te gana para la película es la mirada de esta silenciosa niña. Siempre está mirando, callada, pero en realidad mira hacia dentro, porque no sabe muy bien lo que está pasando e intenta reflexionar. Cuida de su hermana pequeña. Las dos capturan y asan saltamontes para venderlos. Lo hacen porque su madre ha prometido volver en cuanto esté llena la hucha que les ha regalado al dejarlas al cuidado de su tía, quien se despreocupa de ellas.
Se trata de "Treeless mountain" (So Yong Kim, 2009, vista en Sundance Channel). En la mayoría de las secuencias los más adultos (tía, compradores de saltamontes asados, luego abuelos,...) están fuera de cuadro o, si aparecen en él, lo suelen hacer por sus extremos, muchas veces medio cuerpo fuera. No cabe duda de que la acción está centrada en ellas dos, auténticas protagonistas a través de las que se va viendo, entendiendo todo.
La montaña sin árboles del título debe corresponder al montículo de material de derribo al que se suben para ver desde allí el autobús en el que se fue su madre, esperando su regreso. Han plantado en él una rama seca, a ver si coge raíces y vive.

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