Entras algo escéptico en el cine. ¿A ver qué nos ofrecen? -piensas-. Ves unos cuantos panoramas del desierto del noroeste de Argentina, algún camión pasar, con todo el estrépito que le acompaña, por la carretera. Unas mujeres caminan junto a ella. Es una extraña “road movie”, pero en ella las dos nuevas realizadoras tienen la habilidad de irte abriendo poco a poco la ventana hasta hacerte partícipe de una (dos) vida(s) por la(s) que en un principio no sentías ningún interés.
Pues eso, que en esta semana hacen aún en el Méliès “La novia del desierto” (Cecilia Atán y Valeria Privato, 2017).
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