jueves, 22 de febrero de 2018

Paris

El DVD del film de Depardon, como debieran ser todos los DVD. Bueno: con el añadido de subtítulos en varios idiomas a escoger.
Puede ser el ejemplo de las posibilidades de un soporte, de su esplendor, ahora que se ve su posible fin. Compré en París el DVD de "París" (Raymond Depardon, 1998) y lo vi anoche. Después de verlo, para asentar ideas, pues un defecto de los DVD franceses es que casi nunca tienen subtítulos, miré los extras. Ahí di con la maravilla: En sendas entrevistas Depardon entrevista, en el momento de creación del DVD (2006), a sus dos principales intérpretes y colaboradores en el film, preguntándoles por sus sensaciones, sus reacciones personales en el momento del rodaje. Los dos, con una sinceridad aplastante, se confiesan ante la cámara.
Plano inicial del film, que hasta que pasa un peatón y un coche te hace pensar si te encuentras ante una película compuesta por el montaje de las extraordinarias fotografías de Raymond Depardon.
Aún siguen haciéndose DVD como éste, pero cada vez menos. Se ven como un sistema del pasado, arrebatado su trono por las plataformas de distribución de películas y sus ficheros electrónicos. Sin embargo, tener un DVD como éste, o como el de "À nos amours" de Pialat, con la entrevista a Sandrine Bonnaire veinte años después, por ejemplo, se iguala al orgullo de tener en una librería de casa una gran obra de la literatura universal anotada, que puede ser consultada cuando desees para exprimirle todas sus enseñanzas, para redondear el placer de su lectura. En el caso del DVD el placer de la comprensión y disfrute total de una película.
El fotógrafo Luc Delahaye en su papel de joven realizador que quiere filmar un retrato de una parisina.
Viendo el film, el primer despiste puede llegar provocado por su título. Empiezas su visión y tras esa conversación entre Luc Delahaye (el joven realizador que quiere filmar un retrato de una mujer) y Silvie Peyre (la directora de casting a la que contrata para que le ayude en la selección de esa mujer, escogiéndola por la calle), te dices que qué buen dispositivo para hacer un retrato de la capital francesa. Pero poco poco a poco vas viendo que la cosa no va por ahí, y que casi todo el juego reside en la captación y entrevistas con estas mujeres, y en la relación entre ambos. Es decir: sí que salen unos cuantos escenarios de París, y entre ellos fundamental la Gare Saint-Lazare, pero son ellas, las parisinas, y no su ciudad las que adquieren protagonismo.
Silvie Peyre, en su papel de directora de casting. También hizo de ayudante de dirección de Depardon.
En la Gare de Saint-Lazare, una de las mujeres cogidas por su aspecto y entrevistadas.

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