martes, 6 de febrero de 2018

La consolation


Grabada anteayer en TV5Monde sin ninguna referencia previa, "La consolation" (Cyril Mennegun, 2016), con su placidez, sus respiraciones y sonido del viento agitando las hojas de los árboles en su banda sonora, sus casi inexistentes diálogos, hizo que llegara anoche a su final sin enterarme de nada. Volví entonces atrás en la grabación, pues quizás lo que pensaba que había sido una ligerísima modorra había llegado mucho más allá de quedarse traspuesto un instante. Comprobé que algo de esto había habido.
Con ese repaso ya doté de sentido a todo lo que había quedado inconexo en esa primera (no) visión, pero como era una de las vías que había pensado previamente para reparar el despiste, me fui a ver qué se había escrito por ahí de la película. Vi entonces que las críticas fueron todas demoledoras. Cuestionaban esos planos sostenidos en el tiempo, esa enorme economía narrativa. Pero también todos parecían hacerlo por el recuerdo de la buena impresión causada por la película anterior del realizador, un film social que arrastraba los ánimos y que estaba -según todos- en las antípodas de ésta.
Como no he visto ese previo "Louise Wimmer" (2011) y siempre me sabe mal tanta inquina para con la víctima, pues he puesto en valor en mi fuero interno el film, por muy miniatura minimalista, sin preocupación social, que pueda parecer. Me ha convencido entonces al menos, además de su banda sonora (mucho más por esos sonidos ambientales que por las piezas que toca al piano David, el protagonista, que es concertista), por su cuidado exquisito en la elección del cuadro, por sus figuras recortándose delante de puntos de luz como esas ventanas de listones que dan al exterior, donde el viento hace agitar las hojas de los árboles.
Al fin y al cabo, quizás en esa búsqueda de consuelo por la pérdida que persigue con desasosiego David el fin social no sea la mayor preocupación. Y es así, íntimamente, que llega a cumplirse al fin su duelo. Paradójicamente cuando se abre a otra figura mantenida hasta ese momento apartada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario