La mesa familiar en “Pagliacci”. La familia, una vez más en Bellocchio.
Mubi sorprende con la estupenda sorpresa de colgar en su plataforma dos cortometrajes que Marco Bellocchio hizo hace unos años para la RAI, que por un momento recuerda lo poderosa e importante que fue, dando vida al mejor cine italiano, el más moderno y sugerente, de los años 70.
Se trata de “Pagliacci” (2016) y “Per una rosa” (2017).
La segunda, rodada en un enclave tan familiar a Bellocchio como Bobbio, su río y su puente, que ya pudimos ver en películas previas suyas (yo recuerdo “Vacanze in Val di Trebbia” -1980- y “Sangue del mío sangue” -2025-), se aferra a su faceta de relato corto, con pequeñas historias relativas a los personajes que están o pasan por el bar de la cabecera del viejo puente.
A ver si sigue la racha y Mubi insiste en su papel original de descubrirnos películas de interés que no nos habían llegado.
Tras los pasionales ensayos teatrales, la bronca en casa. (“Pagliacci”)
El protagonista de una de las historias encadenadas que cuenta “Per una rosa”.
En “Per una rosa”, el puente de Bobbio, visto desde el bar centro de las historias.
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