Sumamente interesante me ha resultado la visión de “Arletty- Soehring: hélas, je t’aime” (Frédéric Mitterrand, 2020; TV5Monde), sobre las apasionadas misivas intercambiadas durante la guerra entre dos enamorados: la popular actriz francesa (“Biche” en las cartas) y el oficial nazi (“Faune”), diez años más joven que ella.
El interés me ha llegado, sobre todo, además de por la insólita relación, por cómo muestra la febril actividad artística y social que siguió habiendo en París durante los primeros tiempos de la ocupación nazi de la capital francesa. La imagen del concierto que ofreció Von Karajan para celebrar la victoria alemana sobre Francia, la inauguración de una exposición de Van Dongen, con un extasiado Jean Cocteau como primera figura de entre los asistentes, la ebullición literaria, con libros de Celine, Morand, los parisinos acudiendo en masa a los estrenos de las películas de la Continental (la productora de capital alemán en Francia), la piscina donde se encuentra todo el mundo chic ignorante de las penurias hasta que llega el horario de exclusividad para los oficiales nazis, etc…
Más adelante, en una pendiente que parece llevar a la completa fatalidad, los amantes, separados por los azares de la guerra, siguen su apasionada relación mediante la correspondencia, seguros de ir superando todas las contrariedades, dispuestos a dar la vida por ella.
Contra lo que en un primer momento pudiéramos suponer, se trata de los Campos Elíseos de París, recientemente ocupado por los nazis…
Heribert Von Karajan agita su batuta y, con ella, su bien peinada cabellera, dirigiendo el concierto que reúne a la alta sociedad parisina… y los jefes militares de los invasores
Es el momento de, entre otros, Céline.
Arletty y Soehring en la finca de unos amigos aristócratas franceses.
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