lunes, 12 de junio de 2023

La II Semana Internacional del Cine de Autor de Benalmádena


Me estoy leyendo “Tótem sin tabú” por una sèrie de circunstancias concomitantes que reconozco imposible que se reproduzcan en otro lector, más allá de un estrechísimo círculo del que conozco sus nombres.
Pero esta mañana he dado con un pedazo de esos que comprenden lo que andaba buscando en el libro de Carlos Benpar. Un trozo que narra unos hechos que pocos más que él podrían relatar y que, como historia de nuestro cine reciente (quien lea esto comprenderá que todo lo temporal es relativo) puede interesar a algunos más.
Se trata de la crónica de la celebración de la segunda edición del recordado como progre Festival de Cine de Benalmádena, en noviembre de 1970. Leyéndola, se aprecia que reunió la eclosión de unos nuevos cineastas tanto surgidos en Madrid como en Barcelona y que, desde luego, sigo reconociendo como “los míos”. Ahí estuvo Ricardito Franco con “El desastre de Annual”, Antonio Gasset con “Los hábitos del incendiario” o Luis Eduardo Aute con “Minutos después” por el lado madrileño, mientras por el lado barcelonés probaron suerte (que luego les fue en general dramáticamente esquiva) el mismo Benpar (“La forma oval”), Segismundo Molist (con ese cortometraje rodado en su Tona natal y que tanto me impresionó y sigo recordando, “Extraño recuerdo”) y Ramón Font con “Quizás”. Me duele un montón que esta generación catalana diera el poco fruto que dio.
La crónica de lo que ahí pasó, como digo, creo que merece hacerse con el libro para leerla. Preciadas notas ambientales (Benpar, junto a Antonio Drove en el suelo de la llenísima sala en que se proyecta “Domicilio Conyugal”, intentando leer los subtítulos que le tapa la melena de Victor Érice, mientras asiste a la conjura de todos los no fachas -que también actuaron por ahí- para sacar a Ricardo Franco del cuartelillo en el que había pasado la noche por un puño alzado a destiempo en la recepción del Premio Fructuós Gelabert a la mejor película de largometraje, dice Benpar que instituido para la ocasión por los cineclubs y críticos catalanes) se juntan con el relato del divertido y quijotesco enfrentamiento de Iván Turbau con la policía.
Una joya de fragmento, a continuación seguida, para que no se diga, de recomendaciones de películas poco conocidas que han pasado a poblar sus listas de films a tener en cuenta. Éste sí es el libro que esperaba podía haber hecho Benpar.

El desastre de Annual

Ricardo Franco en su película.

Y Carlos Benpar en una de sus primeras películas.
 

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