En Praga, en la época comunista, por la plaza Wenceslao, un espectáculo causaba furor. Pasando por ahí alguno de los escasos turistas, si no les ofrecían cambio de dólares en negro, les ofrecían, con todo sigilo, entradas para la Linterna Mágica.
Hay una tradición fuerte en estas cosas también en Francia. En Lyon, en una calle muy cercana a la catedral, recuerdo que acompañamos a un amigo que decía poseer dos o tres placas a ver una tienda estupenda en la que se vendían aparatos, pero sobre todo placas de todo tipo y condición, por el sólo placer de estar en un sitio con autentico sabor, Mejor, de no ser coleccionista, eso sí, no preguntar precios.
Se ve que en la Cinematheque Française poseen, además de películas de todo tipo de formatos, una buena colección de placas de linterna mágica y organizan espectáculos para darlas a conocer.
Desde luego debe ser muchísimo mejor asistir, con la boca abierta, a uno de estos espectáculos, pero dado que hoy aún no estamos ni en fase 2, quizás esté bien, a falta de ello, contemplar el audiovisual que colgó anoche la en su web Henri, que ofrece a diario cosas raras de sus fondos. En este caso se trata de “Le fantôme de Robinson Crusoe” (Patrice Guérin, 2015), una grabación de uno de esos espectáculos, concretamente de Laurent Mannoni, con proyecciones de linternas en batería, narrador, música en directo y, sobre todo, pase de una gran variedad de placas de la casa, que es lo que realmente vale la pena, en mi opinión, contemplar.
Por si se le quiere dar un vistazo, aquí está su enlace:
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