Valentín Roma en su larga introducción a la exposición, que ha centrado muy bien intenciones y forma de actuación. |
En la primera sala (el primer ámbito: "La fuerza poética de la teoría"), Alexander Kluge nos recibe leyéndonos unas cuantas historias cortas. |
Era para mí la oportunidad de situar correctamente toda la obra de Alexander Kluge, al tiempo que de valorar con conocimiento de causa la impresión causada por Valentín Roma en esta su primera apuesta al frente de La Virreina Centre de la Imatge. Él, que es también uno de los comisarios de la exposición, guiaba hoy una visita a "Alexander Kluge. Jardines de cooperación" (abierta hasta el 5 de febrero). Debo decir que los dos objetivos se han saldado muy bien, con un resultado sorprendentemente bueno.
A mí el nombre de Kluge -para qué nos vamos a engañar- me conducía básicamente al Manifiesto de Oberhausen (y con él al nacimiento del Nuevo Cine Alemán), a sus películas dentro de ese movimiento y a "Alemania en Otoño". Tras todo ello, sólo una nebulosa me lo situaba como teórico difícilmente ubicable.
Uno de los colaboradores de Kluge, Kiefer. |
La reutilización de materiales como estas revistas, sin por ello constituirse como un frikie. |
Y a Valentín Roma, después de sus dimes y diretes mediáticos con su expulsión del MACBA como garante de una escultura muy nombrada que tenía al rey Juan Carlos como jocoso protagonista, y de oírlo en una escueta presentación en el Centro, dudaba entre conceptuarlo de moderno y provocador o bien de un serio elemento del gremio.
La exposición me ha servido para entender a Alexander Kluge (1932) como el rey de la fragmentación, mezcla, pastiche, reciclaje, pero también como escritor de reconocido prestigio, metido en todos los combates, y el alma mater de una productora de televisión, DCTP, única en el mundo, que se atreve a programar entrevistas o programas culturales de calidad en eso que se llama el "prime time"
Los asientos pupitre diseñados para la Escuela de Ulm en 1962. |
En una de las dos salas de la fuerza de los años 60. |
Y la visita guiada por Valentín Roma, con éste entrando apasionadamente en detalles muy vivos sobre su relación con el protagonista de la muestra, haciéndonoslo admirar, me ha convencido de que tenemos en la Virreina a un director con criterio, ganas y formas para llevar a muy buen puerto todo un programa que, como él mismo ha señalado, intenta entrar a investigar y mostrar los momentos artísticos y voces críticas desde los años 60 a nuestros días que, por sorprendente que pueda resultar, aún no poseen un relato completo en museos.
El poder de los sentimientos. "Buster contra la infección sentimental" era un libro que tengo por casa... Pero Kluge no reniega de los sentimientos. Simplemente cree que se han de reenfocar... |
La exposición se llama "Jardines de Cooperación" porque eso definiría la obra de Kluge: sería como un jardín, en colaboración con gente tan destacada como Gerhard
Richter, Oscar Negt, Heiner Muller o Anselm Kiefer, en medio de la jungla informativa.
Grandes heroicidades replanteadas.
Han descartado presentar al Alexander Kluge cineasta, pensando que ese no era el sitio adecuado, además de que toda su obra en este campo está ya toda editada, con buenos subtítulos y todo. También, al menos directamente, al Alexander Kluge escritor, pese a que faltan muchas traducciones de sus libros (saldrá en unas semanas su primer libro, "Rastros de vida", de 1962, traducido para la ocasión: son pequeñas historias escritas en los tiempos muertos del rodaje de "El tigre de Esnapur", en la que hacía de ayudante de Fritz Lang). Y han decidido entonces centrarse principalmente en sus trabajos para televisión, a la que pasó en los ochenta, según explicaba, "porque en el cine ya no se puede hacer nada libremente y para tener un impacto mayor".
Heiner Müller.
En este otro ámbito, en un pequeño film Kluge hace leer una muy corta historia de los hermanos Grimm a Haneke, yluego le interroga para comentarlo. |
La exposición empieza presentando unas piezas en las que el mismo Kluge lee pequeñas historias para luego irse adentrando por otros cuantos "ámbitos", como la eclosión de los años 60, la guerra, el poder de los sentimientos o los "Jardines de Cooperación" propiamente dichos, reflejando sus colaboraciones con los artistas que he mencionado más arriba.
La historia de los niños cambiados. A partir de la imagen de una noticia, un cuento. |
Valentín Roma junto a películas de Kluge. Las primeras, "Artistas bajo la carpa del circo: perplejos". |
Hemos salido de la visita con la impresión de, aún sin haberlo practicado casi nada, conocer bastante de lo que lleva entre manos Alexander Kluge. Convencidos de que, como Kluge, no hay que ser ni nihilistas, ni abstractos ni intelectuales. Una anécdota sobre él que ha explicado Valentín Roma, y no me resisto a reproducir aquí: Los domingos por la mañana acude al cine de su barrio, al que convenció que debía abrir para que los vecinos proyectaran, en pantalla grande, sus películas amateurs, y las discutieran con la gente a continuación.
Vale la pena ir con calma, verlo todo con los ojos y mente bien abierta y sentarse en uno de esos asientos pupitres diseñados para la escuela de Ulm en 1962 a escuchar o leer una u otra narración corta. La entrada, además, es libre, sin que deba desembolsarse ni un euro. ¡Qué más queremos!
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