Hay otra película de Bruno Dumont en Filmin, "L'Humanité" (1999), aunque ésta requiere de mayor tiempo (148 minutos).
Nada más empezar, te dices un "¡A este hombre le pasa algo!" Dejado caer en un campo de cultivo labrado, o cuando, ya en el coche, se pone a oír alelado una pieza clásica tocada en clavicémbalo. El plano siguiente muestra la causa de su pavor: se ve el cuerpo desnudo de una niña, con la vagina destrozada, tirado en medio del campo.
Es el mismo paisaje que el de "La vie de Jesus" (1997), probablemente el pueblo de Bailleul, en el Pas de Caláis. Los diferentes personajes también se apoyan en el muro exterior de su pequeña casa, y siguen con la vista a la (escasa) gente que pasa por la calle.
Pharaon, el hombre que hemos visto al principio, un personaje border line (quizás debido a un trauma personal que se nombra en la película en un par de ocasiones) que vive con su madre, hace las veces de un improbable inspector de policía, a las órdenes de un comisario no menos peculiar. Obsesionado con su vecina, le vemos allá pasmado, mirando fijamente uno de los violentos coitos de ésta con su novio, yendo con la pareja a cenar o paseando con ellos por la cercana playa desde la que, con un tiempo adecuado, puede verse la costa inglesa.
Mientras, las referencias a la niña asesinada, o las mínimas investigaciones seguidas para intentar la resolución del caso, van pautando el paso del tiempo. Sirven para retratar una comunidad estancada, sin nervio, por la que va pasando sin fructificar el tiempo.
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