viernes, 30 de septiembre de 2016

El porvenir



Isabelle Hubbert con su marido.

 La mar de contento, porque veo que sí que puede irse al cine. Pasan cosas como esta “El porvenir” (Mia Hansen-Love, 2016), del tipo de películas que persigo y me llenan.
Isabelle Huppert con su madre (Edith Scob)

Aparece antes que nada el cartel de Les Films du Losange, que te lleva irremisiblemente a Eric Rohmer, con el que la película está muy ligada. Para quitar dudas al respecto, un par de escenas se desarrollan en el Parc des Buttes-Chaumont, uno de esos lugares frecuentados en algún que otro Rohmer, y un estremecimiento de gratitud te envuelve.
Con su marido y una poularda.

Todo “El porvenir” está compuesta básicamente, como buena parte de este cine post-nouvelle vague, de frenéticos recorridos. La cámara sigue a Isabelle Huppert desplazándose por las calles de París, por Bretaña, por su casa, por el instituto en el que da clases de filosofía, y tú, espectador, abres bien los ojos, e intentas captar todo lo que la rodea, porque las pinceladas que vas recogiendo la van definiendo a ella y a su situación. La situación de una intelectual de 60 años que sufre en sus carnes los cambios de apreciación actuales, con hijos ya mayores, marido ensimismado y madre viviendo sola que requiere continuamente su atención.
Con sus hijos

En cuatro momentos, si no me descuento, aparecen en la banda sonora, como en todas las películas de Mia Hansen-Love, músicas muy escogidas, como la de Woody Guthrie que suena en el CD del coche y cantan, pero no siempre es música diegética: La irrupción de una canción de Schubert en un momento determinado, central, de la película, junto a otro momento de la misma, me ha hecho pensar que debo escribir rápido otro artículito de esos de “Casi lloré cuando vi esta escena en el cine”.
Y ella sola.

Aviso para navegantes: Íbamos camino del Verdi, pero he decidido pasar por el Boliche, para confirmar lo que decían varios periódicos y por internet de que no la pasaban en VOS, sino doblada, y afeárselo si era así. Por suerte, el Boliche sigue pasando todas las películas en VOS, y lo de los periódicos e internet es un infundio. O un error.

No hay comentarios:

Publicar un comentario