He seguido, dándome el tiempo suficiente para hacerlo bien receptivo, las cuatro estaciones de "Foudre", rodada por mucho mundo por Manuela Morgaine de 2004 a 2013, y ahora presentada en un pack de dos DVD y un librito explicativo.
Cada estación del año aporta la versión de un mito clásico, una mirada a una de las interpretaciones del título ("rayo") y un intento por entrar en otras mentes, y entender.
El otoño es para Baal. Sigue a un fotógrafo cazador de rayos, y da voz a gente que ha vivido la espeluznante experiencia de ser alcanzados por uno durante una tormenta.
En el profundo invierno, Saturno. Un médico que trata a pacientes que sufren depresión llega a aplicar, cuando la melancolía se hace imparable, dejándolos en estado vegetativo, descargas de electro shock. Los pacientes explican, en momento de lucidez, su padecimiento, nombrando al final qué es lo que les da a cada uno de ellos energía: el teatro (se infiere que es el trasunto del cine para la realizadora), pintar,... Como era el baile para esa chica que un rayo dejó en silla de ruedas en el episodio anterior.
La primavera nos trae a Simeón el Estilita, subido a su columna en la basílica del norte de Siria, quien parece ser que murió alcanzado por un rayo. Un arqueólogo que recorre todo el país nos explica en Palmira su hallazgo de una fulgorita (pierre de foudre) y de un pez raya, que se utilizaba en la antigüedad, colocado en la frente del paciente, para curar dolores de cabeza y otras penurias mentales. Hace poco Manuela Morgaine colgaba por aquí una foto del rodaje en Palmira, ahora tomada por DAESH, haciéndose tristes preguntas sobre su destino, que podría alargar a la hermosa ciudad vieja de Alepo, que también aparece, con sus jabones, en este capítulo.
Por último el verano son los Azor y Eglé de "La disputa" de Marivaux, víctimas de un flechazo (coup de foudre) en una playa paradisíaca, que reciben luego el obsequio del kama, una trufa afrodisíaca emparentada con la flor del desierto, que dará pie al kamasutra, acabando el episodio con lo que parece una alusión al final de "Pierrot le fou".
Hay un epílogo a las cuatro estaciones, haciendo llegar en total a las 3h 50 minutos del metraje conjunto, con un baile desenfrenado de todos los personajes del film en una boîte. Cosas de las descargas electromagnéticas, protagonistas de esta curiosa e intensa experiencia que es el film de Manuela Morgaine.
No hay comentarios:
Publicar un comentario