Por una causa u otra, la única película del ciclo Hsiao Hsien de la Filmoteca que he ido a ver es "Café Lumière" (2004).
Uno de los cafés frecuentados. Tras la ventana, la multitud desplazándose. |
Un letrero inicial explica que se trata de un homenaje a Ozu, celebrando su centenario. Es verdad que hay muchos, muchos trenes, desde fuera y desde dentro, e incluso registrando su sonido, o que toda la familia va a limpiar una tumba al cementerio. Es verdad también que por el principio aparece un plano, en el interior de la casa japonesa de los padres, calcado a los de Ozu, con la cámara situada cerca del suelo, en la posición que a él era habitual. También que vuela por ahí un cierto tema de diferencias generacionales, con una madre preocupada por su hija y un padre que, nervioso por la situación de ella, no abre la boca.
Pero la suma de todo eso no da, a mi entender, como para un Ozu, por muy actualizado que se quiera, al tiempo que, rodada en Japón, la película también queda muy lejos de los films chinos de lenguaje clásico que le dieron a conocer. Sí que me han parecido los mimbres, en cambio, de una película de la post Nouvelle Vague, con esa protagonista frecuentando cafés y en continuo desplazamiento. O del hoy en día tan en voga Sang Soo.
El plano Ozu. Un personaje se sentará junto a esa mesa baja. |
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