lunes, 20 de febrero de 2017

La Filmoteca: cinco años en el Raval

De izquierda a derecha, el Maestro Joan Pineda, Robert Guédiguian, El conseller Santi Vila, Carlos Saura, Esteve Riambau y (¿? Alguien me ayudará a completar el pie de foto...)
La aglomeración de los días sonados.
Recibiendo a los espectadores, en la sala, el quinteto del Conservatori de Música del Liceu.
No me sé estar por las fiestas, de no ser de ir con alguien de confianza con quien comentar la jugada y poder intercambiar comentarios ácidos a gusto. Pero ha de decirse que la del aniversario de la Filmoteca en el Raval ha estado muy bien organizada.
Ha sido en la sala Chomón -la grande- y luego ha continuado -con dispendio de bebida- en la plaza interior del edificio, por lo que nada que objetar.
Antes de entrar, ambiente de día grande, con acumulación de gente, y de tanto en cuando algún rostro de los que van quedando por aquí de esos de toda la vida de relación con el cine, y de alguna visita sonada, como la de Carlos Saura o Robert Guédiguian, que mañana serán protagonistas.
Alex Gorina y Jaume Figueras, en presentación "informal".
Mariona Bruzzo, hablando de las magníficas recuperaciones del departamento que dirige.
Octavi Martí dando paso a los sorprendentes noticiarios de 1937-43.
En la sala, ambientada inicialmente por un quinteto del Conservatorio de Música del Liceu, un poco de todo: A lo largo del acto presentación informal, "mediática", de Alex Gorina y un divertido Jaume Figueras (aunque lo más divertido ha sido producto del fallo -aún no sé si involuntario- del primero, al presentar al conseller de Cultura, Santi Vila, que ha hecho también su speach). Y más tarde los tres máximos representantes de la Filmoteca presentando el discurso oficial y una serie de proyecciones.
Primero Esteve Riambau, que tras los agradecimientos y el repaso somero de estos cinco años ha leído en público su carta a los reyes, que he visto centrada en petición de recursos para preservar lo que se tiene, porque "es inútil favorecer nuevas realizaciones si luego no hay recursos para mantenerlas y exhibirlas" -aprox-.
Luego Mariona Bruzzo, para presentar, con el acompañamiento de Joan Pineda al piano, una selección de piezas de cine mudo restauradas por la Filmoteca, alguna de ellas de visión auténticamente placentera. Personalmente me han entusiasmado una "Vista de Londres" de los Lumière, de 1896, con sus autobuses -de carga animal- de dos pisos y todo; "Tocas y tocados" de la Pathé de 1924; un espectacular documento de la muy despoblada falda de Collcerola y pase de obreros, todos con alpargatas y gorras, en la inauguración de la sala de Manufacturas de películas Cabot; o unas escenas documentales con un color precioso de gente por las calles -delante de espectaculares puertas de madera- de Tombouctú... Vamos: que tenemos maravillas inéditas por ver y rever durante tiempo.
Esteve Riambau ha vuelto a coger el micrófono para presentar una pieza encontrada en la Cinemateca Francesa, coincidiendo con sus investigaciones sobre Laya Films, que dijo el otro día que están próximas a ver la luz. La pieza en cuestión es nada menos que una de Ramón Biadiu, gemela a la que conocemos que hizo sobre "Els tapers de la costa". Se trata de la versión francesa de "Ollaires de Breda", realizada también en 1937, y sigue todo el proceso de fabricación de las cazuelas y ollas de barro de la población de la falda del Montseny, desde la extracción de la arcilla hasta la exhibición en las tiendas del pueblo, pasando por el trabajo en el torno. Mira por dónde, a partir de ahora del cine documental catalán pasará a ser visible un nuevo documental que, por mérito propio, se sitúa sin duda entre los de más valor de la década de los treinta.
He hecho plantarse a Óscar Fernández Orengo delante de la foto que hizo a Gonzalo García Pelayo.
En subiendo la escalera. Ahora, con las impresionantes fotos, la subida se hará más llevadera, aunque pueden producirse atascos...
La foto de Paco Poch con Marín Karmitz.
Víctor Érice con su dedicatoria, quizás un pelo demasiado solemne...
Óscar Fernández Orengo delante de su foto de Pedro Costa.
Eugene Green, felicísimo de estar en la Filmoteca.
Por su parte, Octavi Martí ha sido el que ha presentado una selección preparada por Ferran Aymerich de noticiarios de circulación a-legal, entre 1935 y 1942, previa a la prohibición dictada para la expansión del No-DO. Ahí ya me he acabado de derretir, porque la muestra, escogida entre 100 rollos que suponen, según O. Martí, más de veinte horas de proyección, presenta imágenes impagables. Enumero unas cuantas: Franco sentado como una soltera de fiesta mayor de pueblo esperando a que la saquen a bailar, pero presenciando en realidad una demostración de las armas antiaéreas compradas por la República, sobre el año 1935. Un marajá en traje ceremonial, del que el locutor (el que narraba las películas de Jaimito: ahora no sé si Arribas Castro), nada políticamente correcto, dice que le hace parecer un requesón. Impresionantes imágenes aéreas de la siderurgia de Sagunto y el puerto de la ciudad de Valencia, destrozados por los bombardeos de la legión italiana, seguidas de imágenes también aéreas sobre El centro de Valencia, con la gente que "empieza a congregarse en sus calles para recibir a las tropas nacionales". El cambio de nombre del "Congreso de los Diputados", denigrado por el narrador. El encuentro del Duce con el Furher en la frontera italiana en 1940, tras la llegada de ambos en sus trenes respectivos. La llegada de elementos de culto (casullas, principalmente) donados en 1940 por la iglesia alemana a la pauperada iglesia española. Venecia se prepara para posibles ataques aéreos, protegiendo la fachada del Duomo. Imágenes espeluznantes de raids aéreos alemanes, desde los propios aviones, sobre el suelo de Gran Bretaña, también en 1940. La visita de Serraño Suñer a Hitler. La marcha en tren, el 13/7/1941, de los miembros de la División Azul. La puesta en marcha de trolebuses en Barcelona y otras ciudades. En casi todas, masiva la presencia de militares, brazos en alto, gente de iglesia... Esas cosas. La sesión ha acabado con escenas de la recuperación por parte de Berriatúa del color del "Érase una vez", el proyecto de film de animación que Alexandre Cirici Pellicer y José Escobar emprendieron en 1950.
Las "autoridades" subiendo la escalera.
Foto del fotógrafo para la posteridad.
Y el sarao en la plaza interior.
Rosa Vergés dando conversación a Robert Guédiguian.
Esto de la cosa social es lo que se me da peor, pero ya puestos: venía a ser, creo, como un gazpacho.

Pero, por si fuera poco, antes del bebercio correspondiente, en la penosa escalera de salida a la superficie desde las salas la sorpresa de la inauguración de las magníficas fotografías (acompañadas de sus autógrafos) de los ilustres visitantes de las sesiones de la Filmoteca. Todas fotos cuadradas, para sacarse el sombrero, de Óscar Fernández Orengo, a las que se deberá volver con detenimiento...
JG Guerra, el cogote de Lluís Miñarro y Toledano, el de "El séptimo vicio" de Radio 3. — con JG Guerra,Eddie Saeta y Javier Tolentino.

Ya desatado, he aprovechado descaradamente la pose de Eulalia Ramón con Jaume Figueras para Óscar Fernández Orengo para, nervioso, pescarla yo también.


No hay comentarios:

Publicar un comentario