sábado, 22 de febrero de 2014

Circe

Me dice Cinthia que "Circe" (Manuel Antín, 1963, sobre un cuento de Julio Cortázar, que ejerció de co-guionista) está llena de espejos, y con la sesión que hicimos sobre ellos ya pasada, lo compruebo, y es más que verdad: está repleta, rebosa espejos. Los hay que muestran y subrayan la conversación totalmente banalizada de los padres de la pareja, otros que dejan claro el distanciamiento que en la escena alcanza entre sí esa misma pareja, los hay multiplicadores de la figura protagónica pero, sobre todo, yo veo en la película espejos que constatan la soledad del personaje de Graciela Borges, que sólo tiene para sí a su imagen, a la que mira y, con el tiempo, acaricia, hasta el punto de entregarse totalmente.
Es "Circe" película de espejos, pero también de vallas, de barrotes, de encierro. Delia está encerrada en la oscura casa de sus padres, con el recuerdo de sus dos pretendientes previos, suicidas o muertos que aparecen una y otra vez, en una rotación constante con Mario, que no sabemos si logrará sacarla de ahí o quedará a su vez atrapado, siguiendo la maldición, las habladurías del vecindario, que aíslan aún más la casa y a sus habitantes. La casa tiene precisamente una puerta con elementos metálicos, y un pequeño jardín delantero, separado de la calle exterior por una valla repleta de barrotes, como es de barrotes la cama de Delia.
Es una película inmersa en las nuevas olas de los años sesenta, que creaban un nuevo lenguaje. Como en los films de Godard, no hay que esperar racords perfectos, y la escena salta de un plano actual a otro similar previo con otro personaje, o a otro, para volver al actual, como salta a la repetición una y otra vez del mismo movimiento. Si a eso le sumamos algún movimiento de cámara con imágenes de vacíos, y ese efecto que el sonido (nunca directo, siempre doblaje) de esa época proporciona, que parece de un nivel diferente de la imagen, convendremos en que estamos ante una película que altera, porque por un lado distancia, y por otro envuelve como una tela de araña.


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