Buscando otra cosa sobre esta película, he dado con esta fotografía, y la he escaneado y puesto aquí un poco para que rabie o acabe por olvidarme Esteve ( :-) ) al tiempo que agradezco el soporte moral de Antonio, otro poco porque me parece una extraordinaria fotografía (no muy bien reproducida aquí), y principalmente porque me trae enseguida muy buenos recuerdos de “L’amour à vingt ans. Antoine et Colette” (F. Truffaut, 1962).
Truffaut dice que es la única película suya que le gusta. A mi me cae muy simpática por todo un carrusel de motivos de poca monta, que van sumando mientras giran: Por cómo presenta París, por ser uno de esos films que enseñan cosas (aquí, la fabricación de los discos de vinilo), por mostrar un ambiente específico que suele eludirse (las Juventudes Musicales, pudoroso sustituto del ambiente de los cine-clubs), por esa relación tan divertida del protagonista con los padres de la chica deseada, por descubrirnos un posible futuro del Antoine Doinel de “Los 400 golpes”, por las citas y auto-citas que incluye, por cómo se aprecian en ella varias felices (no olvidemos que se trata de la película de Truffaut con menor preparación previa) ideas de puesta en escena.
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