lunes, 30 de septiembre de 2024

Georges Franju: lo insólito, la poesía y los escalofríos de la realidad


Me pongo a la defensiva, esperando lo peor, cuando oigo decir que una película entra de lleno en un mundo fantástico. Por ahí te puedes encontrar tonterías de todo tipo, impensables para darse en el mundo real.
Y es que es, me parece a mí, un garrafal error pensar en gente volando (sin motor ni parapente), escupiendo llamaradas de fuego y lo que se tercie por la boca, atravesando muros de hormigón como si fueran de aire, o cualquier idiotez que pueda pensarse. Lo fantástico que llega de verdad es lo que surge de lo cotidiano. Basta pensar por qué le pusieron el nombre de arte surrealista a lo suyo los del rompedor grupo de principios del XX.
Todo esto viene a cuento de que hoy La Charca Literaria me publica un escrito que he dedicado a Georges Franju, un cineasta que sí sabía eso de que lo fantástico residía en lo más aparentemente “normal”.
Su enlace, aquí:

 

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