La irrupción de Mariano Llinás en el Zumzeig. |
Previamente, en casa, ver el trailer de “La flor”, la película de 14 horas de la que todo el mundo habla con admiración, y quedar atrapado por su pulso trepidante. Luego, ya en el Zumzeig, dispuesto ayer a ver la primera de las tres partes en que la han dividido para su exhibición, todo el mundo en la sala, pero su inicio se retrasa. No debe haber llegado aún Mariano Llinás, aventuro, pues se anunciaba que la película iba a ser presentada por su director.
Finalmente aparece, sin presentación alguna, un hombre corpulento, con barba mal afeitada y cómo siguiendo a roda voz una conversación ya iniciada. Cuenta una historia rara, de que no se va a poder pasar, después de la introducción y los dos primeros episodios, no sé qué trozo de la película, pese a que ha estado luchando hasta entonces para ello. Y explica entonces la decisión a la que han llegado. En vez de las tres sesiones previstas, harán cuatro, con en el domingo (“gratis, cuatro a precio de tres”) lo que no se pudo pasar como planificado.
Él argentino y, desde luego, bastante sobrado. Divertido, pero muy seguro de sí mismo. Nos suelta -“Ya no sé qué decir...”- que no es el orden que él cree el mejor, pero que en todo caso somos unos privilegiados porque asistiremos a una obra única, nunca vista así ni antes ni después. Que todos debemos conocer lo del aura de Benjamin y, quien sabe, igual asistiremos a una función áurica.
Todo este número se zampa el tiempo de presentación, aunque me temo que no tenía previsto hacer más que lo que ya explica él mismo en la propia película, en su introducción: Que en las catorce horas de la película que sabes que dura hay cuatro historias que no acaban, luego una que empieza y acaba y, por fin, una que empieza a la mitad y acaba con el fin. Todas con las cuatro mismas actrices. Aunque quizás sí que lo pensaba detallar algo más, porque recuerdo que también dijo que cada una tenía su estilo. La primera era una serie B, “ese tipo de cine que hacían los americanos, pero que ahora ya no hacen o ya no saben hacer”. Que luego una comedia musical...
Él mismo, en la introducción de la película, explicando la estructura de la película. |
El primer episodio se inicia con una cita que vendría a explicar la pieza -“Mi hermana furiosa llama a las armas” (René Char)- y presenta una subyugante trama realmente de las que solía presentar la Serie B, aquí quizás aún con más reducidos elementos: unos muy bien preparados diálogos, jugando al extrañamiento por la pérdida de foco de todo lo que no esté en un muy definido primer plano, toda una batería de ruidos procedentes de lo no visto. La trama va de una serie de desajustes que tienen lugar con la llegada de una momia inca a un taller de una despoblada zona argentina. Le oí decir a Llinás que había chupado mucho Hitchcock y que aparecía por el film. Yo diría que está, más que nada, en alguna escena musicada a la manera de Bernard Herrmann, como una muy intrigante en la que una de las cuatro chicas va por ese desolado paisaje en una motocicleta. El estilo Rivette que también se intuye mirando el trailer no acabo de verlo, aunque todo tome por momentos aspecto de gran conspiración.
La momia que inesperadamente les envían a la doctora, veterinario i otras chicas del taller en el primer episodio, el marcadamente Serie B. |
Mentiría si no dijera que el segundo episodio bajó un poco mi nivel de interés con respecto al arrebato del primero. Supongo que corresponderá a lo que definió como comedia musical, aunque no estoy muy seguro, porque sí que hay canciones, pero también otros elementos de otros géneros (con alguna escena también a lo “Vértigo”). De hecho, pasa de lo que parece dar la vuelta a una fotonovela -hilarante- a una intriga de lo más exótica.
Un plano de la segunda parte del segundo episodio, que antes ha navegado dando la vuelta a una fotonovela sobre una pareja del mundo de la canción popular. |
No sé cómo voy a hacer, pero aunque me será difícil, miraré de sacar tiempo para seguir los próximos tres días curioseando esa enorme caja de historias.
(Éste es el trailer de la película, que me parece muy atractivo)
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