El primer plano de "El sastre" (Óscar Pérez, 2007), nos presenta al protagonista, el sastre del título, cogido de cogote, tal como se decía que Hitchcock presentaba a sus falsos culpables en sus películas de los años 40/50. Es el único plano del film con estas características, y casi todos los demás son una especie de contraplano de éste: La cámara está en la puerta del minúsculo local, captando visualmente todo lo que va ocurriendo dentro y con el micrófono parte de lo que se dice fuera.
Hoy se ha podido ver cómo el increíble personaje del sastre ha ascendido a la popularidad en la mente de los asistentes del Miradocs, el mini-festival de documentales que el BEC organiza en la Casa Elizalde, porque ha hecho doblete, en "El germà del sastre" (2009). Ambas se han proyectado en sesión doble a sugerencia de JLGuerin, que la ha presentado, ponderando cómo muestran las (increíbles, pero muy significativas) relaciones que se establecen entre el sastre y su ayudante, el sastre y la cámara, y el sastre y los clientes presentes o paseantes frente a la tienda. Y, sobre todo, definiendo el proyecto como casi la única película catalana, o hasta española, que muestra a los inmigrantes sin ningún complejo de culpa.
El doblete es interesante por el diálogo que entablan los dos cortometrajes (de una media hora cada uno) entre sí: A los efímeros ayudantes de la primera les sucede, en la segunda, el hermano, que, como ha comentado Óscar Pérez, hace de ayudante, pero es familia, y a eso, en esa sociedad, no puede renunciarse.
Al pasar por delante de la iglesia de Sant Pau del Camp, después de ver estos dos "sastres", a ver quién es el guapo que se resiste ahora a echar una mirada a la tienda de marras...
No hay comentarios:
Publicar un comentario